La participación de la Fuerza Aérea durante el desfile del 16 de septiembre eleva el nivel de espectacularidad de la ceremonia, pues la aparición de los aviones y de los paracaidistas suelen emocionar a los mexicanos.

Sin embargo, los actos acrobáticos de las aeronaves y de los militares paracaidistas son de alto riesgo, pues la ejecución debe ser a la perfección, ya que cualquier falla puede derivar en algún accidente como ya ha ocurrido.

El accidente del paracaidista en el desfile de 2019

El percance más reciente en el desfile del 16 de septiembre ocurrió en 2019, cuando un paracaidista resultó con severas lesiones, luego de que al aterrizar cayó muy lejos de la plancha del Zócalo y se golpeó fuertemente contra una valla metálica.

Se trató del paracaidista de la Secretaría de Marina Armada de México, segundo maestre Mateo Hernández, quien resultó con traumatismo craneoencefálico y lesiones en un pie, quien recibió atención médica por sus compañeros de manera inmediata.

La Marina informó en aquel momento que el elemento estuvo hospitalizado para su atención, y destacó que los actos de los paracaidistas son de alto nivel de peligro.

¿Cómo fue el choque de los aviones en el desfile del 16 de septiembre de 1995?

Uno de los accidentes más graves durante el desfile del 16 de septiembre ocurrió en las fiestas patrias de 1995, cuando cuatro aviones de la Fuerza Aérea de México se estrellaron en el aire, con un resultado fatal para los tripulantes de éstos.

Se trató de un avión F-5E Tiger II y tres aviones T-33A Shooting Star. Por este incidente murieron los tenientes Gustavo Enrique Pérez Estrada, Mario Humberto Sánchez García y Jorge Vergara Mogollón, así como el General de Ala Gonzalo Curiel García y el mayor José Rivera Gutiérrez.

Por estos hechos fatales, fue suspendida toda exhibición aérea en el desfile del 16 de septiembre durante 12 años, hasta que en 2007 volvieron a presentarse los actos acrobáticos en el aire.

Otro hecho que se recuerda ocurrió en el desfile pero de la Revolución Mexicana, también en 2019, cuando un jinete cayó del caballo mientras realizaba acrobacias enfrente del presidente Andrés Manuel López Obrador.