La ruptura de Ricardo Monreal con Morena parece cada vez más cerca. El jefe de la bancada morenista en el Senado, y uno de los pesos pesados del partido, ha entablado negociaciones con los dirigentes de la alianza Va por México —formada por PAN, PRI y PRD— con miras a convertirse en su candidato presidencial. El zacatecano ha ido más lejos y ha hecho esfuerzos en las últimas semanas por llevar a la coalición a Movimiento Ciudadano (MC), en un intento por unificar a la oposición para las elecciones presidenciales de 2024, según han confirmado a EL PAÍS tres dirigentes que han participado de las negociaciones. La interlocución inició una vez que Monreal vio prácticamente anuladas sus oportunidades en Morena, donde el senador ha advertido una rotunda inclinación del aparato partidista a favor de las aspiraciones de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Monreal reconoce que ha tenido encuentros con los dirigentes de los partidos de oposición, pues, afirma, su labor de legislador le demanda construir acuerdos. “A mí no me da vergüenza ni me apena reunirme con opositores”, ha declarado a este diario.
El senador ha dicho que en diciembre tomará una decisión sobre su permanencia o no en Morena. Uno de los requisitos para su salida del partido del que fue fundador es que MC acepte unirse a Va por México. Monreal ya se ha reunido con Marko Cortés, presidente del PAN; Alejandro Moreno, del PRI; Jesús Zambrano, del PRD, y Dante Delgado, de MC. El legislador ha establecido que no dará un paso al vacío si los cuatro partidos opositores no se unen, han dicho las fuentes. MC, que hasta ahora no ha aceptado colaborar con Va por México, ha mostrado apertura a la propuesta de Monreal, especialmente porque ya en 2018 el partido naranja formó una coalición con el PAN y el PRD con Ricardo Anaya como candidato.
Para apuntalar sus negociaciones, Monreal ha expresado su disposición a participar en un proceso interno de selección por encuestas y medir su popularidad junto con los prospectos de los otros partidos. El PAN ha perfilado al diputado Santiago Creel; la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, y el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila. El PRI impulsa a la senadora Beatriz Paredes; el exsecretario de Turismo Miguel de la Madrid y la senadora Claudia Ruiz Massieu. MC perfila al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y al alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas. Las fuentes sostienen que Monreal puede ganar con creces las mediciones, dada su trayectoria política de 30 años: ha sido gobernador del Estado de Zacatecas; jefe de la alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México; diputado federal tres veces; senador dos veces; ha militado en el PRI, el PRD, el Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano y ahora Morena; ya ha sido precandidato a la presidencia de la República y a la jefatura de gobierno de la capital de México.
Las negociaciones entre Monreal y Va por México han corrido a la par de los cada vez más frecuentes desencuentros entre aquel y el sector de Morena que controla el aparato partidista, en el que se incluyen el dirigente nacional, Mario Delgado, y el vocero de López Obrador, Jesús Ramírez. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que forma parte del grupo de apoyo de Sheinbaum, ha cargado contra Monreal en su programa del Martes del Jaguar, en el que fueron exhibidas negociaciones que tuvo el senador en 2020 con Alito Moreno. Aunque Monreal se quiso defender de Sansores mediante un amparo judicial, los señalamientos han continuado. El zacatecano llegó a un punto de quiebre: llamó “delincuente” a Sansores y le exigió a Sheinbaum frenar a su “jauría”. Ante los ataques, 88 senadores de varios partidos firmaron un pronunciamiento de respaldo a Monreal. A su base de apoyo se suman varios gobernadores morenistas, como el de Baja California Sur, Víctor Castro; Hidalgo, Julio Menchaca, y Oaxaca, Salomón Jara.
El conflicto de Monreal con Sheinbaum se remonta a 2017, cuando se dirimía la candidatura al gobierno de la Ciudad de México. Morena, que entonces dirigía Yeidckol Polevnsky, organizó un proceso de selección interna en el que participaron Mario Delgado, Martí Batres, Monreal y Sheinbaum. La dirigencia del partido implementó una encuesta completamente opaca que dio por ganadora a la hoy jefa de gobierno capitalino. Monreal protestó y amenazó con irse del partido. El aviso de ruptura requirió de la intervención directa de López Obrador, que lo convenció de que se quedara y fuera paciente. El zacatecano se conformó entonces con la coordinación del partido en el Senado. Ahora, ha visto que López Obrador omite reconocer sus aspiraciones presidenciales, mientras que a los otros morenistas en la carrera —el canciller Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la propia Sheinbaum— los llama “hermanos”.
En su distanciamiento con el presidente, Monreal se ausentará de la marcha que convocó López Obrador el próximo domingo para demostrar el respaldo popular a su Gobierno. El zacatecano ha minimizado su propia ausencia, pues, ha dicho, allí estarán millones de ciudadanos. Uno de ellos faltará.