Oaxaca y Chiapas son los estados de la República donde su población tiene los menores ingresos y, por tanto, destinan mayor parte de ellos para la adquisición de alimentos, situación que los pone en una situación más vulnerable ante altos niveles de inflación, como los que se registran actualmente; en contraste, los estados menos vulnerables son Ciudad de México y Baja California, indicó Julio Santaella, ex presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Al explicar por qué el incremento en el precio de los alimentos afecta más a los hogares de menores ingresos, señaló que suele observarse que a menor nivel de ingreso, se destina una mayor proporción del gasto a alimentos; es decir, los incrementos en precio de los alimentos afectan desproporcionadamente más a los hogares de menores ingresos.

“Esto puede apreciarse con los datos estatales de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) 2020: dos de las entidades con mayores ingresos, Ciudad de México y Baja California destinan 39.4 por ciento y 32.3 por ciento de su gasto corriente al consumo de alimentos y bebidas”, expuso Julio Santaella en su cuenta de twitter.

Sin embargo, abundó, los hogares de los dos estados con menores ingresos, Oaxaca y Chiapas, en 2020 destinaron en promedio 43 por ciento y 41.5 por ciento de su gasto corriente a alimentos y bebidas, “este patrón es muy frecuente observarlo para distintos grupos de hogares”, apuntó.