La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) sufrió un ciberataque masivo en el que un grupo de hackers sustrajo de sus archivos y bases de datos alrededor de 6 terabites de información clasificada y sensible en la que destacan reportes del estado de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, situaciones de emergencia que obligaron a su traslado urgente al Hospital Central Militar y el diagnóstico de angina de pecho que le hicieron médicos militares.

El ciberataque lo llevó a cabo el grupo denominado “Guacamaya”, el cual le envió parte de lo hackeado al periodista Carlos Loret de Mola, señalado en múltiples ocasiones por el mandatario como un comunicador corrupto y al servicio de los neoliberales y conservadores, a los que ha declarado como enemigos de su gobierno.

Los detalles del hackeo y algunos de los materiales obtenidos fueron presentados por Loret en su espacio informativo del portal, en donde destacó la obtención de Radiogramas y Mensajes clasificados acerca de la precaria salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, de quien se señala padece anguina de pecho, ha sufrido al menos un episodio de complicaciones que obligaron a su traslado urgente al Hospital Central Militar (HCM) y ameritaron seguimiento detallado de su condición.

Esta información se conoció al anochecer del jueves 29 de septiembre sin que la Presidencia de la República, las Secretaría de la Defensa Nacional, la de Marina, la de Gobernación o el propio López Obrador hubieran aclarado o desmentido lo difundido.

En el portal Latinus se reveló que el grupo e hackers autodenominado “Guacamaya” logró romper los sistemas y programas de ciberseguridad de la SEDENA para extraer miles de documentos clasificados, correros, mensajes y radiogramas de vital importancia.

Entre estos sobresalen los que hace referencia al estado de salud de López Obrador, a quien habría sido trasladado desde su rancho en Palenque, Chiapas, al Hospital Central Militar debido a complicaciones con la anguina de pecho que se le diagnosticó. Su traslado se dio en condiciones de estadio grave, según los datos de la SEDENA.

Esto ocurrió el 2 de enero de este año, cuando el presidente estaba en su casa de Palenque y fue llevado a una base para de ahí ser movilizado en ambulancia aérea a la Ciudad de México y luego llevado en un helicóptero al HCM.

El grupo de hackers “Guacamaya” comenzó a filtrar algunos de los documentos, mensajes y correos de la Defensa Nacional dando a conocer otros temas de alta sensibilidad e importancia, entre ellos el referente al diagnóstico de los médicos militares al presidente, quien padece de angina inestable de riesgo alto, enfermedad que puede ocasionarle infartos al corazón.

De acuerdo con lo difundido por Carlos Loret, luego del 2 de enero, en el Palacio Nacional se le tomaron al presidente muestras de sangre y de laboratorio. Una semana después, el día 10, López Obrador anunció en Twitter que tenía Covid-19. “Ni él ni nadie de su gobierno se refirió al traslado de emergencia ni al diagnóstico grave.

Otro de los temas difundidos por los hackers fue el de los desencuentros entre el general Luis Cresencio Sandoval y el almirante Rafael Ojeda Durán, documentados en mensajes en los que dejan ver su distanciamiento. Una carta del almirante Ojeda dirigida al general Sandoval revela las diferencias de criterio y percepción entre ambos funcionarios con respecto a la manera en que deben aplicarse medidas de seguridad la seguridad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el cual quedó bajo control de la Marina desde el mes de julio, cuando el Vicealmirante en retiro, Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño, fue designado como nuevo director de la terminal aérea.

En febrero de este año la Martina ya había tomado el control de la seguridad y vigilancia del aeropuerto con el despliegue de 1.500 elementos que llegaron a sustituir a corporaciones de seguridad privada.

“Esto no es cuestión de números, sino de coordinación entre instituciones, siempre respetando nuestras áreas de competencia… nunca con la intención de buscar protagonismos”, le aclaraba el almirante Ojeda al general en la carta difundida.

La crisis desatada por el culiacanazo el 17 de octubre de 2019 fue revelada por los hackers al obtener documentos sobre el operativo militar en el que se llegó a detener a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en su casa de Culiacán para luego ser liberado por órdenes presidenciales.

Los datos obtenidos por los hackers muestran la reconstrucción hecha por la SEDENA aquel día. “El Ejército establece que a las 15 horas con 15 minutos “se llevó a cabo la detención de Ovidio Guzmán, cumplimentando una orden de aprehensión girada el 2 de abril de 2018 por la Corte Federal de Columbia en Estados Unidos, por los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de acopio y tráfico de armas, secuestro, cobro de piso y delitos contra la salud”.

“El parte militar explica que dos minutos después, ‘los efectivos de seguridad invitan a Ovidio a persuadir a sus herma,  nos de cesar su actitud hostil”, y que para ello se comunicó directamente con “Iván Archivaldo Guzmán Salazar, conminándolo a ordenar el cese de las agresiones, pero su hermano respondió con una negativa y lanzó amenazas contra el personal militar y sus familias'”.

El documento de la SEDENA señala que “a las 19:30 horas, se recibe la orden por parte del Ciudadano Presidente de la República del cese del operativo para detener a Ovidio Guzmán López”.  (Jorge Alejandro Medellin, corresponsal del Grupo Edefa en México)