Luego de que el gobierno federal consiguió ‘tirar’ todas las suspensiones en contra del tramo 5 del Tren Maya, ahora surge una nueva polémica por el tramo 6 -que conectará Bacalar con Tulum-, debido a que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) lo coloca como el más caro y el más perjudicial en contra del medio ambiente.
En la MIA se establece que el tramo 6 tendrá un costo aproximado de 70 mil millones de pesos, alrededor del 35 por ciento del total de la obra, estimada en 200 mil millones de pesos a finales de 2021. Asimismo, se eliminarán mil 453 hectáreas de selva, el 37.5 por ciento del total de la obra y que se estiman en 3 mil 873 hectáreas, de acuerdo con Reforma.
Apenas el pasado 4 de agosto, la MIA correspondiente al tramo 6 ingresó a evaluación ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lo mismo la del tramo 7 que irá a de Bacalar (Quintana Roo) a Escárcega (Campeche). En ambos casos se ofreció implementar programas de restauración de suelo y reforestación.
Como parte de las obras del tramo 6 se tendrán que deforestar mil 309 hectáreas de selva mediana, cuyos árboles miden entre 15 y 30 metros de altura, así como 15 hectáreas de tulares, un tipo de vegetación acuática de entre uno y tres metros de alto. En las obras del Tren Maya se contemplan las vías, pasos de fauna, estaciones, bodegas y talleres.
Aunque la MIA del tramo 6 se encuentra en periodo de evaluación, dicho trayecto cuenta con una autorización provisional emitida por la misma Semarnat, el pasado 22 de junio y a través del oficio SGPA/DGIRA/DG-03775-22, debido al acuerdo expedido por la Presidencia de la República y donde toda la obra se considera como asunto de Seguridad Nacional.