Periodista, los muertos no se reaniman, es una máxima médica que puede aplicarse a la industria, advierte una de los expertos consultados sobre las causas de los apagones en Cuba, con un sistema de generación eléctrica noqueado por carencias inversoras, averías; como consecuencia de la obsolencia de termoeléctricas, violaciones de mantenimientos programados y la escasez de diésel para grupos electrógenos, también con roturas.
CiberCuba habló con un ex vicepresidente del Consejo de Ministros y varios ingenieros y técnicos de la Unión Eléctrica (UNE), por separado; no todos se conocen entre sí, porque trabajan en diferentes provincias y departamentos; pero su conclusión es unánime: Cuba se apaga porque, en los últimos años, no se han realizado las inversiones necesarias en el sector, que cifran en 6 mil 570 millones de pesos (273.750.000 USD, al cambio oficial).
Si el 25% de lo invertido en instalaciones hoteleras, desde que Donald Trump nos puso la luz roja, se hubiese puesto; óptimamente, en inversión y mantenimiento de la infraestructura energética y, además, en la agricultura, hoy no estaríamos en esta situación, sostuvo un ex vicepresidente del Consejo de Ministros, que rehusó ser identificado.
Otro 25 % se podía haber destinado a infraestructuras de salud, educación y acueducto, porque “con una mejor redistribución financiera, estaríamos mucho mejor”, lamentó y criticó la “negativa práctica de GAESA de no rendir cuenta de su gestión al partido (comunista)”.
Entre 2018 y 2021, Cuba invirtió 26 mil 276 millones de pesos en turismo, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI); correspondiente a “Servicios empresariales actividades inmobiliarias y alquiler”; pero en este cálculo debe tenerse en cuenta que la Tarea ordenamiento varió las magnitudes monetarias, al fijar una tasa de cambio de 1 dólar estadounidense por 24 pesos cubanos.
“Los pesos de 2021 son distintos, no comparables a los de años precedentes”, acota el economista Elías Amor Bravo, que cuantifica en nueve mil millones la inversión correspondiente el bienio 2018-2020 y en 17 mil millones de pesos, la del año pasado; apoyado en datos de la ONEI y sus propios cálculos.
Sistema Electroenergético Nacional (SEN)
La crisis del Sistema Electroenergético Nacional no tiene solución inmediata porque requiere financiamiento cuantioso, tiempo de ejecución y recursos humanos; escasos en la Cuba de ahora mismo; sostienen los especialistas; que no quisieron ser identificados por miedo a represalias del gobierno.
Cuba no tiene dinero para comprar equipos, piezas, partes y combustibles, que permitan recuperar la generación eléctrica con motores diésel y fuel, incluidos bloques térmicos con potencias unitarias con alrededor de 300 MW cada una; para un total de unos 1200 MW entre todos; debido a que el SEN no puede admitir ninguna Potencia Unitaria superior al 10 % de su capacidad total instalada, por razones de estabilidad ante salidas imprevistas de unidades del sistema; matizó uno de los expertos.
Pero estos bloques térmicos no entrarían en servicio hasta 2025 y 2026; favoreciendo la sustitución de los grupos electrógenos más obsoletos.
En el ámbito de los recursos humanos, el gobierno tampoco dispone de dinero para contratar fuerza de trabajo calificada que, al unísono, pueda encarar el gran volumen de trabajo que implica la renovación y el mantenimiento del SEN; incluidas nuevas inversiones en emplazamientos diversos.
Las empresas de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (EMCE), de Grupos Electrógenos y de Servicios Eléctricos (GEYSEL), de Mantenimiento a Grupos Electrógenos Fuel-Oil (EMGEF) y las de Construcción de Obras de Ingeniería con capacidad para reducir los tiempos de ejecución hasta el mínimo estrictamente necesario, carecen de las plantillas adecuadas para acometer el reto.