Los migrantes que el domingo salieron en caravana de Tapachula arribaron esta mañana a Huixtla, en espera de que haya un diálogo con funcionarios del gobierno federal, informó Irineo Mújica, director de la agrupación Pueblo sin Frontera, organizador de la caminata.

“La situación se va a resolver, siempre ha habido diálogo, ahora no sé cuándo, pero siento que sí. No se han negado, pero no han venido. Ayer se les hizo la petición”, dijo.

En entrevista colectiva añadió que si para las 14 horas de este martes no se ha acordado la realización de un diálogo, varios migrantes protestarían costurándose los labios.

“A las 2 de la tarde tenemos una protesta de coserse los labios porque a veces no escuchan, hay sordera y burla porque dicen que es un país de puertas abiertas y persiguen a los migrantes como si fueran criminales”, cuando al ingresar al país sin documentos sólo cometen una falta administrativa, aseveró.

“Es responsabilidad del gobierno” resolver el problema de los migrantes, insistió el activista que cuenta con nacionalidad estadunidense y mexicana.

Los migrantes, que llegaron a Huixtla durante la mañana después de caminar sobre la autopista costera, alrededor de 15 kilómetros, procedentes de Huehuetán, donde pernoctaron el lunes, se instalaron en un domo ubicado en la cabecera de ese municipio.

El hondureño Carlos Herrera comentó que llegó a México huyendo de las pandillas que operan en su país porque le cobraban un “impuesto de guerra y atentaron contra su vida el 9 de noviembre de 2022. Me andaban persiguiendo y a mi señora también; por eso nos vinimos juntos”.

Señaló que llevaban dos meses en Tapachula esperando que las autoridades migratorias les entregaran sus documentos para trasladarse la frontera norte de México porque su objetivo es llegar a Estados Unidos.

“Nos sumamos a la caravana porque en Tapachula no nos daban resultados, nos miraban con indiferencia, además de que no hay trabajo y lo que queremos es seguir avanzando para llegar a Estados Unidos”.

Su compatriota José Rodríguez comentó que “ha sido complicado caminar tres días porque no hay ayuda del gobierno mexicano; ni agua le dan a la gente en el camino; van muchas mujeres con niños”.

Afirmó que el objetivo de la mayoría de los migrantes es seguir hacia el vecino país del norte, no quedarse en México. “La ruta de uno es Estados Unidos”.

Dijo que viaja con uno de sus hijos, pero su esposa, hijas, nietos, su mamá y hermanos se quedaron en Honduras. “Es difícil separarse de la familia, pero todo es por querer triunfar en la vida”, concluyó.