Lo conozco desde hace una década en la negociaciones del magisterio con el gobierno estatal. Andaba entre otros con Adelfo Alejandro y Alberto Mirón. Estos tres en particular siempre buscaron negociar en lo oscurito prebendas millonarias para ellos, a cambio de “controlar a la maestrada”, así mismo pedían plazas para sus hijos y sus amigas, por decirlo decorosamente. Son en conjunto con otros, lo más rancio y podrido del magisterio.
Ellos fueron la punta de lanza para oponerse a la reforma educativa de EPN porque no tienen preparación para ser maestro, se aliaron al opositor a éste que hoy busca hundir más el barranco educativo nacional y como los pillos, hacen gala de riqueza malhabida. Veo bien que los medios evidencien sus trapazerias y confío en el gobierno del estado que hará lo correcto de investigar a este vulgar y sus cómplices. Y ya. Es todo para este domingo.