Varios panistas revivieron el desacuerdo que mantenían con la dirigencia nacional, comandada por Marko Cortés, tras los resultados de las elecciones del pasado 5 de junio. Voces como la de Adriana Dávila, exdiputada federal; los senadores Gustavo Madero y Damián Zepeda, así como el gobernador Martín Orozco, han pedido cuentas al líder panista, revalorar la alianza que se creó con el PRI y hasta su renuncia.

Martín Orozco

El gobernador saliente de Aguascalientes, señaló que después del resultado electoral del pasado 5 de junio era momento de retomar la conversación del pasado 3 de noviembre 2021, donde el mandatario reveló una conversación en la que el líder panista le dijo que con la única gubernatura con la que se quedarían para los comicios de 2022 era la de su estado.

Martín Orozco pidió que al dirigente nacional del PAN renunciar a su cargo “por dignidad”. En una entrevista para W Radio el panista mencionó que desde hace mucho debió dejar este liderazgo y cuestionó su estrategia.

“Por dignidad tendría que renunciar, pero la respuesta ya la conozco; entonces, que sea humilde y que realmente, con otros actores y no con sus cuates, revise las estrategias para enfrentar el 2024. Marko no ha hecho nada por buscar alianzas dentro del partido antes de buscarlas por fuera. Hay un problema de dirigencia y de estrategia en el PAN”, dijo a la emisora de radio.

Dávila exige una Asamblea ante “debacle electoral” 

Adriana Dávila, excandidata a la presidencia del PAN, urgió a Cortés, a “rendir cuentas” y a convocar a una Asamblea Nacional extraordinaria para revisar los resultados de los comicios del 5 de junio y “la debacle electoral” en que se encuentra el partido, debido a que no hay la “mínima intención” del michoacano para dejar su cargo.

“Tengo perfectamente claro que Marko Cortés no tiene la mínima intención de renunciar a su posición, no puedo hacer una petición de renuncia porque la generosidad y la reflexión no son precisamente atributos del presidente nacional del partido”, señaló.

La exdiputada descartó que su petición se trate de un asunto personal, pues la dirigencia de Acción Nacional está obligada a rendir cuentas a la militancia, presentar un balance y aceptar las consecuencias de las decisiones tomadas.