Existe una brecha importante para el desarrollo de la lechería tropical que busque, a la par del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, lograr la autosuficiencia alimentaria en leche

De acuerdo al Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), al cierre de 2021 el estado de Chiapas reportó una producción de 447 millones de litros de leche, que representó un valor de la producción de más de 2,685 millones de pesos al año (6 pesos promedio por litro), concentrando la producción en siete municipios.

A mayo de 2021, Chiapas registró 2.3 millones de vientres en 85,712 Unidades de Producción Pecuarias (UPP) en el Padrón Ganadero Nacional (PGN). El total del inventario ganadero a esa fecha, se componía de poco más de 5 millones de cabezas, entre vientres, novillos, becerros, crías, sementales y vaquillas.

La ganadería de doble propósito oferta al mercado leche bronca y becerros al destete. Este sistema basa su potencial en el aprovechamiento de pastos naturales, la adaptación a condiciones climáticas severas y a la escasa y limitada infraestructura, que resulta común en la entidad y en la región tropical.

En algunas regiones de Chiapas, la producción promedio de leche por vaca por día no es representativa; lo anterior está condicionado por la marcada temporada de estiaje, la estrategia de alimentación, las tasas de parición, el alto índice de infertilidad, monta abierta, entre otros factores.

Si el total de vientres registradas en el padrón ganadero contara con una producción diaria de seis litros por vaca durante 215 días al año, se proyectaría alcanzar un volumen de 2,967 millones de litros de leche al año; al día de hoy, únicamente se explota el 15% del potencial productivo.

Existe una brecha importante para el desarrollo de la lechería tropical que busque, a la par del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 lograr la autosuficiencia alimentaria en leche, reducir sus importaciones y fomentar su producción en el sureste del país.

El estado Chiapas, considerando su potencial por su abundancia de agua, clima y tierras con vocación ganadera, busca fortalecer la actividad lechera con la vinculación de la producción primaria con la industria láctea nacional, para lograr un impacto económico y social en los productores pequeños y medianos del estado.

Los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), tienen tres objetivos prioritarios relacionados con lograr la inclusión financiera, productividad y eficiencia y la sostenibilidad; en el estado de Chiapas se busca favorecer la inclusión financiera de un sector de productores de leche con difícil acceso al financiamiento.

Actualmente, en coordinación con el gobierno estatal de Chiapas, el gobierno federal y la Asociación de Bancos de México, se encuentra en marcha el acompañamiento a productores a través de asistencia técnica que está orientado a mejorar los indicadores de calidad e inocuidad de la leche establecidos por la industria, fomentando un mejor pago al productor y reduciendo la brecha productiva por vaca por año en un horizonte de cinco años.

Este acompañamiento técnico ha permitido identificar necesidades de capital de trabajo, infraestructura, equipamiento, maquinaria y paquetes tecnológicos, para incrementar la productividad, las cuales se atienden parcialmente con apoyo directo a la inversión y mediante esquemas parafinancieros y esquemas de negocio que permiten acercar el instrumento financiero adecuado para cubrir las necesidades financieras de las Unidades de Producción Pecuarias

El reto aún es grande. De acuerdo a los resultados arrojados por la Encuesta Nacional Agropecuaria (2019), el 9.4% de las unidades productivas encuestadas declararon haber solicitado crédito o préstamo, de las cuales el 90% declaró que lo obtuvo.

El resto argumentó como principales causas por las que no se le otorgó, el no poder comprobar ingresos, elevadas tasas de interés, falta de garantías y falta de documentación solicitada.

Por ello es necesario se continúe fortaleciendo estas alianzas inter institucionales y aprovechar la resiliencia del sector agroalimentario ante la contingencia sanitaria por el  Covid-19, para inducir una mayor atención crediticia a los pequeños productores del país.