Alrededor de 300 personas marcharon en Tuxtla Gutiérrez en protesta por el derribo de 485 árboles en la zona poniente de esa ciudad, a causa de la construcción del circuito interior Chiapas de Corazón, cuya fecha de inicio no se ha dado a conocer.

Los ambientalistas, activistas y ciudadanos, hombres, mujeres y niños, caminaron la tarde de este martes del sitio en el que se proyecta edificar la obra hacia el parque central, coreando “menos puentes, más ciudad” y “sí que sí, no que no, este puente ya cayó”.

Joselini Díaz Torres, miembro del colectivo llamado Menos puentes más ciudad, afirmó que la construcción de la obra violaría el artículo cuarto constitucional que protege el derecho humano a gozar de un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar, así como la ley general de movilidad y seguridad vial, con la que se asegura que toda persona pueda moverse con seguridad equidad y accesibilidad.

Mediante un pronunciamiento señaló que marcharon en contra de un proyecto vehicular que pretende atentar contra el derecho a habitar la ciudad, porque el circuito interior es una obra que incrementaría el número de velocidades en las calles y por consiguiente, la cantidad de accidentes y muertes viales.

Añadió que los tomadores de decisiones se olvidan de que “quienes habitamos las calles somos personas: el 90 por ciento de los tuxtlecos usamos el transporte público, bicicleta o caminamos”.

Comentó que a la fecha se han interpuesto 30 amparos por violación al derecho a un medio ambiente sano, a la movilidad y la legalidad.

El ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez aprobó la propuesta de estudio y proyecto ejecutivo del circuito interior, en el cual se dictaminó que “no se tocarán” los árboles de los parques recreativos y deportivos Joyyo Mayu, Caña Hueca y Tuchtlán, pero serán derribados 485 árboles de la zona donde se construirá la obra.

En una sesión del cabildo realizada la semana pasada, la mayoría de regidores aprobó “el derribo de 485 árboles, el trasplante de 97 y la no intervención del árbol patrimonio municipal, que se encuentran en los camellones y banquetas de la zona aledaña”.

Además, se acordó que “por cada árbol que sea derribado se hará la reposición de tres ejemplares mayores de tres metros, en donde deberán de reportar mensualmente sobre la salud de estos árboles”.