La senadora Xóchitl Gálvez está de nueva cuenta en la diana presidencial. Andrés Manuel López Obrador aseguró este lunes que será impuesta como la candidata de la oposición en las elecciones de 2024 y señaló al empresario Claudio X. González, su némesis político, de estar detrás de su campaña. “Están inflando a la señora Xóchitl”, declaró el mandatario. López Obrador arremetió contra el proceso interno de la coalición opositora Va por México, previsto para arrancar de manera formal esta semana, y acusó que la decisión ya está tomada. “Ellos suponen que si nació en un pueblo, va a tener el apoyo del pueblo. En realidad, es parte de ellos, no del pueblo, ella forma parte de los conservadores”, aseveró el presidente. “A mí nadie me ha regalado nada y le pido una cosa: respéteme, que usted será quien me entregue la banda presidencial”, contestó la legisladora. “Usted, señor presidente, es un machista”, agregó.

López Obrador allanó el terreno desde la semana pasada para minar la credibilidad de la contienda interna de sus adversarios políticos y afirmar que ya sabía quién iba a ser el candidato elegido del llamado Frente Amplio Opositor, integrado por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Desde su perspectiva, el proceso de la oposición se trata de una “simulación” para justificar un “dedazo” de la oligarquía, una respuesta directa a las críticas que han hecho sus rivales en ese sentido sobre la batalla por la sucesión en Morena, el partido gobernante. En la narrativa lopezobradorista, Claudio X. González es la mano que mueve los hilos tras bambalinas para atacar al Gobierno. “Ahora ni siquiera es un dirigente político o dirigente de un partido político, es un gerente, Claudio X. González hijo, el que decide”, aseveró el presidente.

Gálvez, senadora por el PAN, había levantado la mano desde hace meses por contender por la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, pero se destapó como aspirante presidencial a mediados de junio. “Sé que la candidatura hoy está perdida, en los números, pero yo nunca he empezado una candidatura ganando”, afirmó. “Estoy pensando dónde sirvo más, dónde soy más útil”, agregó. El perfil de la legisladora ha ganado notoriedad desde entonces y algunas encuestas la colocaron como una contendiente con posibilidades de pelear por la nominación opositora.

López Obrador aseguró que la candidatura de Gálvez como una política con arraigo y origen popular se construyó a partir de consultas con “oligarcas”, “intelectuales orgánicos” y detractores de su Gobierno. “Tengo toda la información de que él llevó a cabo las consultas para que los represente a este grupo Xóchitl Gálvez”, dijo el presidente y agregó que sabía desde hace semanas de estos movimientos de sus rivales, aunque no presentó pruebas de las supuestas reuniones.

López Obrador y Gálvez ya habían tenido una serie de encontronazos, después de que el presidente le negara la entrada a su conferencia diaria para hacer uso de su derecho de réplica a principios del mes pasado. La senadora, una opositora que ha acaparado los reflectores por su forma histriónica de cuestionar las políticas de esta Administración ―como encadenarse en el Senado o usar botargas de dinosaurio― se plantó en el Palacio Nacional, la sede del Gobierno, para exigir que la dejaran entrar, pero no tuvo éxito. En esta ocasión, el mandatario se lanzó también contra la trayectoria política de Gálvez y dijo que su único mérito había sido gobernar en Miguel Hidalgo, la alcaldía de la capital “donde viven los más ricos de México”.

“Usted dice que fulano o zutano me van a poner de candidata porque usted no puede concebir que una mujer fuerte y capaz pueda ganarse por sí misma una posición en la política”, reviró Gálvez en un video compartido en redes sociales. La respuesta de la senadora fue un dardo para el presidente, pero también contra Claudia Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de Ciudad de México y la única mujer de Morena que aspira a la presidencia, a quien la senadora ha acusado de que “necesita que la ayuden”. “Las únicas mujeres que usted respeta son las que usted impone”, agregó.

“A los machos, como usted, les asusta una mujer independiente e inteligente”, afirmó Gálvez. El último choque entre el presidente y la senadora ha sido el más subido de tono. Se da también después de que al menos seis aspirantes opositores se bajaran de la contienda antes de que comenzara, entre quejas por el método de selección elegido, que contempla la recolección de firmas, la celebración de encuestas y elecciones primarias. “No quieren ser comparsa”, dijo López Obrador. La coalición gobernante y la oposición esperan tener definido a su candidato a principios de septiembre, en un proceso en el que la unidad de los bloques será determinante para sus ambiciones en 2024 y que ha estado marcado por adelantarse a los tiempos previstos por la ley electoral. A 11 meses de que los mexicanos acudan a las urnas, el presidente y la aspirante opositora que más ha acaparado los reflectores mediáticos han vuelto a verse las caras.