La inflación en México no da su brazo a torcer. Pese a las medidas del Gobierno y del Banco de México para tratar de contener la subida, el índice de precios se situó en 7,88% en la primera mitad de junio, su mayor nivel desde enero de 2001 y un 0,49% más que en la quincena anterior, ha revelado este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque combustibles como el gas LP registran reducciones, el encarecimiento de alimentos como la papa o la naranja sigue empujando al alza los precios.
La escalada en la primera mitad de junio se debe al incremento en el índice de precios subyacente, el que recoge los productos de menor volatilidad y el que toma en cuenta el Banco de México para definir su política monetaria. Este índice se situó en un 7,47% anual, el mayor nivel desde diciembre del 2000. En su interior, destaca el aumento de los alimentos y bebidas, con un avance del 11,7% anual.
Mientras, la inflación no subyacente, que incluye a los energéticos, se colocó en un 9,13% anual, un 0,49% más que en la quincena anterior. Los precios de los combustibles, que tocaron máximos en más de una década tras la invasión rusa de Ucrania, se situaron en un 5,8% anual, un aumento del 0,18% respecto a la quincena anterior.
Por productos, la papa fue el que registró un mayor aumento, con un alza del 16,7% respecto a la quincena anterior. Le siguen la naranja, con 13,1%; el transporte aéreo, con 6,6%; la electricidad, con 2,5%; y el pollo, con 2,2%. Por otro lado, el gas LP, cuyo encarecimiento el año pasado provocó alarma en el Gobierno, bajó un 1,5% quincenal.
El dato de junio ha sorprendido a los analistas, que esperaban una inflación menor. “Lo anterior es evidencia de que las presiones inflacionarias no han cedido”, señala Gabriela Siller, de Banco Base. “De continuar los próximos meses, es altamente probable que las previsiones de inflación hacia el cierre del año sigan siendo revisadas al alza hacia 8%”.
El Banco de México ha sacado la artillería para enfrentar el aumento de los precios. En una decisión histórica, la institución ha elevado este jueves en 75 puntos básicos la tasa de interés hasta situarla en 7,75%, el noveno aumento consecutivo. “En las siguientes decisiones, la Junta de Gobierno tiene la intención de seguir aumentando la tasa de referencia y valorará actuar con la misma contundencia en caso de que se requiera”, ha señalado en un comunicado. La Reserva Federal de EE UU, cuyos movimientos el banco central mexicano sigue de cerca, votó una subida similar en su reunión de la semana pasada.
En paralelo, la Administración de Andrés Manuel López Obrador ha tratado de contener el aumento de precios con distintas medidas. Los estímulos fiscales a la compra de gasolina han evitado que el encarecimiento sea aún mayor, aunque puede llegar a costar hasta 400.000 millones de pesos al erario, según el Servicio de Administración Tributaria. Además, el Gobierno negoció con las principales empresas del sector alimentario para mantener estable el precio de 24 productos de la canasta básica.