El cuerpo de Ariel Muñoz, biólogo que fue arrastrado a una alcantarilla en las fuertes lluvias del pasado sábado, fue entregado a sus deudos en una funeraria al oriente de Tuxtla Gutiérrez.

Entre llantos, gritos de impotencia y anécdotas, familiares, amigos y conocidos recordaron la vida del biólogo, el cual falleció la noche de éste sábado al ser succionado por una alcantarilla abierta mientras ayudaba a sacar una camioneta varada sobre la 13 poniente y 6 norte del barrio Juy Juy.

Los dolientes estaban devastados, pues manifestaron que la víctima dejó a su esposa con la responsabilidad de sus dos hijos; “Estaba contento porque laboraba en una escuela”, dijeron sus conocidos, quienes aún no daban crédito a lo que había sucedido aquel día.

En el rostro de algunos de los asistentes se mostraba aún la sorpresa, en otros la desesperación, la impotencia y en otros el intento de mantener la serenidad en un momento tan dificil y no era para menos, pues la preocupación ahora sería ¿Que va ser de la familia del extinto? ¿Qué va a pasar con sus hijos y su esposa? Incógnitas que por el momento se quedarían sin respuestas, en el aire.

Conforme pasaban las horas, en la funeraria se fueron dando cita muchas personas, hasta completar un centenar, algunos amigos, otros conocidos y unos más familiares del extinto; más tarde se realizó una misa de cuerpo presente y concluída llegaron mariachis, quienes con música le dieron el último adiós al biólogo.

Finalmente, los familiares del hoy extinto informaron que el cuerpo sería trasladado a San Pedro Buenavista municipio de VillaCorzo, ubicado a unas dos horas en vehículo particular desde la capital chiapaneca; ahí sería velado de nuevo, se haría unas últimas oraciones antes de ser depositado el cuerpo en el que será su última morada.