¿Qué pasó?
  • Un alto mando de la Guardia Nacional le dijo a la revista Proceso, en condición de anonimato, que el Ejército mexicano (Sedena) ha sido extremadamente tolerante con la violencia ejercida por grupos criminales asociados a “La Federación”.
  • Señala explícitamente una política de no persecución a las células vinculadas a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a Ismael “El Mayo” Zambada y a la facción de “Los Esparragoza”.
¿Por qué importa?

La fuente sugirió a Proceso que este “pacto de impunidad” explica el auge en el número de homicidios en el país. “Son por los menos el doble”, sostiene en relación al número de asesinatos registrados.

El contexto:

En mayo, se reportaron 2,833 homicidios, una cifra que ha puesto bajo escrutinio la eficacia de la política de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Los detalles:
  • En el extranjero, particularmente en Estados Unidos, la crítica a la política de “abrazos, no balazos” ha escalado a publicaciones de prestigio como Foreign Policy y a instancias oficiales como el Subcomité de Inteligencia del Senado.
  • El asesinato de dos padres jesuitas y de un guía turístico en la Sierra Tarahumara en Chihuahua ocurrió en una zona controlada por el grupo criminal conocido como “Los Salazar”, que mantiene fuertes vínculos con la fracción de “Los Chapitos” en el Cártel de Sinaloa.