Funcionarios judiciales de Nueva York afirmaron este viernes que el expresidente Donald Trump será acusado el próximo martes en un tribunal de Manhattan, de acuerdo con la agencia AP.
El expresidente Donald Trump enfrentará alrededor de 30 cargos, de acuerdo con la cadena NBC, que estarían relacionados con falsificación de documentos relacionados con el pago de sobornos a la actriz porno Stormy Daniels.
Se tiene previsto que Trump se entregue a las autoridades la semana entrante bajo cargos relacionados con pagos hechos a su nombre para comprar el silencio de personas durante la campaña presidencial de 2016, afirmó AP.
Por ahora, sigue sin estar claro cuáles serán las repercusiones de esto entre los votantes. Unas encuestas mostraron que Trump sigue siendo el favorito para la candidatura a la presidencia por el Partido Republicano, y su posición no ha tambaleado, incluso entre los reportes de los cargos previstos.
Los miembros de la campaña de Trump y sus aliados esperan que la acusación sirva como un llamamiento para unir a sus simpatizantes, haciendo enojar a su base de “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez” (MAGA, por sus siglas en inglés), generando pequeñas donaciones de dinero y llevando a los posibles adversarios de Trump a la posición incómoda de tener que defenderlo, o arriesgarse a provocar su ira.
En un reconocimiento de la influencia que el expresidente tiene entre los votantes que decidirán quién será el candidato del Partido Republicano en las primarias del próximo año, aquellos que se medirán a Trump rápidamente criticaron la acusación formal.
Sin mencionarlo por su nombre, el gobernador de Florida, Ron DeSantis señaló que la acción era “anti-estadounidense”. El exvicepresidente Mike Pence, cuya vida corrió peligro luego de que Trump incitó una insurrección en el Capitolio federal, comentó a la cadena CNN que los cargos eran “indignantes”.
Estas posturas apuntan a incentivos a corto plazo para que los republicanos eviten cualquier cosa que pueda contrariar a la base de votantes leales de Trump, pero la acusación plantea fuertes dudas en torno al futuro del Partido Republicano, sobre todo cuando el expresidente enfrenta la posibilidad de que presenten más cargos en su contra en Atlanta y en Washington.
Si bien todo eso podría movilizar a sus simpatizantes, todo este tumulto podría amenazar la posición del Partido Republicano en los suburbios de los estados indecisos que han abandonado al partido en las tres elecciones consecutivas, afectando su dominio en la Casa Blanca, el Congreso y gobiernos estatales clave.
La inédita acusación formal contra el expresidente Donald Trump llevó las elecciones presidenciales de 2024 a un terreno desconocido, planteando la posibilidad de que el principal candidato para llevarse la nominación republicana competirá para el cargo de presidente al tiempo que enfrenta un juicio por cargos penales en Nueva York.
Trump ha pasado cuatro décadas arreglándoselas para eludir este tipo de problemas jurídicos y volvió a expresar confianza el jueves en la noche, y señaló que los cargos habían sido impulsados por “delincuentes y monstruos de extrema izquierda”.
“Este ataque contra nuestro país nunca se ha visto antes”, escribió Trump en su sitio de redes sociales. “Está listo para luchar”, afirmó su abogado, Joe Tacopina, a la cadena Fox News.