El presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se reunieron este jueves para coordinar esfuerzos antes del inicio mañana viernes de la cumbre del G7 en Hiroshima.

La reunión duró aproximadamente una hora y diez minutos, según el gobierno japonés, y los temas más importantes fueron la guerra en Ucrania, la relación con China, la amenaza nuclear de Corea del Norte y la relación económica entre los dos países.

Al inicio de la reunión, los dos líderes se estrecharon la mano ante decenas de cámaras de televisión y, luego, accedieron a una sala donde se sentaron en torno a una gran mesa rectangular acompañados por altos cargos de ambos gobiernos.

“Hoy, Joe y yo repasaremos los temas de la cumbre del G7 en Hiroshima y haremos cierta coordinación de último minuto”, dijo Kishida al inicio del encuentro y en presencia de los medios de comunicación.

Kishida expresó su deseo de que la cumbre del G7 sirva para mostrar una “voluntad inquebrantable” en defensa del orden liberal internacional creado tras la Segunda Guerra Mundial con la idea de que los Estados deben seguir unas reglas para convivir de manera pacífica.

A continuación, Biden destacó los “valores” que unen a las dos naciones y mencionó el apoyo que Estados Unidos y Japón han dado a Ucrania para que pueda defender su “soberanía“, así como las sanciones impuestas de manera conjunta contra Rusia por la “brutal” agresión que inició en febrero de 2022.

Biden también agradeció a Kishida la cooperación en tecnologías emergentes con acuerdos entre universidades y compañías de ambos países para avanzar en el área de la computación cuántica y la fabricación de semiconductores, un área en la que China tiene el liderazgo mundial.

“Cuando nuestros países se unen somos más fuertes y creo que el mundo entero está más seguro cuando hacemos eso”, destacó Biden.

En comunicados posteriores a la reunión, los gobiernos de Estados Unidos y Japón detallaron que ambos líderes también hablaron sobre la amenaza nuclear de Corea del Norte y sobre la relación con China.

Específicamente, Biden y Kishida consideraron que no debe tolerarse ningún cambio por la fuerza del statu quo en la región del Indopacífico, detallaron ambos comunicados.

En ninguno de los comunicados se menciona el tema de las armas nucleares, aunque Biden sí trasladó a Kishida su compromiso con la no proliferación nuclear al inicio de la reunión y en presencia de las cámaras de televisión.

Precisamente una de las prioridades de Kishida, originario de Hiroshima, es lograr que Estados Unidos, Francia y Reino Unido (los tres países del G7 con armas nucleares) se comprometan a una reducción de sus arsenales, una tarea nada fácil y para la que Washington ya ha mostrado poca disposición.

En declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial Air Force One, el asesor de seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, ya dijo que Biden no planea disculparse por la bomba nuclear lanzada por Estados Unidos el 6 de agosto de 1945 y que acabó de manera inmediata con la vida de 80 mil personas.

Biden es el segundo presidente de Estados Unidos en visitar Hiroshima, después de la visita en 2016 de Barack Obama (2009-2017), quien tampoco se disculpó por la matanza.

En todo caso, según Sullivan, la relación entre Estados Unidos y Japón se encuentra en un “punto álgido” tras los progresos hechos en los últimos dos años en materia militar, económica y energética, por ejemplo con la apertura en diciembre del año pasado de un diálogo específico sobre energía limpia.

Esta es la quinta reunión bilateral entre los dos líderes, que se vieron de manera virtual por primera vez en enero de 2022 para posteriormente reunirse en persona en Tokio, en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, en Camboya y en Washington.

Está previsto que Kishida y Biden vuelvan a verse las caras en los próximos días en una reunión trilateral con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, en los márgenes del G7.