El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizará este jueves una visita a Tampa (costa oeste de Florida) para hablar de sus planes para hacer más accesibles los servicios de salud y los medicamentos en el estado que cuenta con más afiliados al Obamacare de todo el país.
Biden hablará en Tampa de su “compromiso de reducir los costos de atención médica y proteger y fortalecer el Seguro Social y Medicare (seguro médico para la tercera edad)”, según dijeron el pasado viernes funcionarios de la Casa Blanca.
Hasta ahora no se han dado detalles de la visita que el presidente realizará dos días después de haber pronunciado el discurso sobre el Estado de la Unión ante las dos cámaras del Congreso.
En ese discurso, el presidente acusó a los conservadores de querer recortar la seguridad social y la sanidad y la congresista trumpista Marjorie Taylor Greene le gritó “mentiroso”.
El presidente de Estados Unidos estuvo en Florida pocos días antes de las elecciones intermedias del 8 de noviembre pasado, en las que el Partido Demócrata salió derrotado en este estado.
En un acto electoral en los alrededores de Miami, el presidente hizo hincapié en su compromiso con garantizar el acceso a la salud y los medicamentos y subrayó que eso marca la diferencia entre su partido y el republicano.
Aunque los candidatos republicanos fueron los más votados en Florida en 2022, los habitantes parecen estar de acuerdo con las políticas de salud de la administración Biden, a tenor del número de afiliados al seguro creado por la llamada Ley de Cuidado de la Salud Accesible u Obamacare cuando Biden era vicepresidente del país.
Según cifras oficiales, más de 3.2 millones de personas en Florida se han apuntado este año al Obamacare, un seguro en el que, a diferencia de los privados, las “condiciones preexistentes de salud” no cuentan negativamente para el asegurado.
Esa cifra representa el 20% del total de afiliados al Obamacre en Estados Unidos en 2023 y un aumento del 19% respecto a 2022.
Este año está previsto que los estados empiecen a retirar a millones de personas de Medicaid el programa federal de salud administrado por los gobiernos estatales que cubre a las personas de bajos ingresos y a aquellos con discapacidades, a medida que expiran las protecciones que se implementaron al comienzo de la pandemia de Covid-19.
Este cambio abrupto, que comienza en abril, pondrá a millones de estadounidenses en riesgo de perder la cobertura de salud, amenazando su acceso a la atención y potencialmente exponiéndolos a costosas facturas.
También pondrá presión en las finanzas de hospitales, doctores y otros que dependen de los pagos de Medicaid. Casi tres años atrás, cuando la Covid puso a la economía en caída libre, el gobierno federal acordó enviar miles de millones de dólares para fondos extra de Medicaid a los estados con la condición de que dejaran de sacar gente del programa.
Pero la legislación promulgada en diciembre, eliminará gradualmente ese dinero y pedirá a los estados que reanuden recortes de beneficiarios que ya no califiquen.