En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador dejó en claro que no se repetirán los hechos de la mina Pasta de Conchos de 2006, donde murieron y quedaron sepultados desde entonces los cuerpos de 65 mineros.
“Termino diciendo que no somos iguales, no se van a repetir los hechos, buscamos que no se repita, pero es un proceso de transición, pero hemos avanzado mucho, muchos tan es así que estos temas los estamos tratando de manera abierta y así lo vamos a seguir haciendo y vamos a seguir informando a todo el pueblo y atendiendo a los familiares”, dijo.
“Comprendemos, ya dije, sentimos mucho lo que pasa en este caso y todos son seres humanos y son sufrimientos, angustias de familias, no son números, esto no es cuantitativo, es cualitativo, con los sentimientos, vamos a seguir adelante y en este caso el rescate de los 10 mineros hasta lograr el propósito de rescatarlos“, puntualizó.
El Gobierno mexicano se reunió con la empresa alemana DMT y la estadounidense Phoenix First Response para afinar la estrategia del rescate de los 10 mineros atrapados en el municipio de Sabinas, estado de Coahuila, según informó este jueves Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil.
La funcionaria informó de una videoconferencia con DMT, el Instituto de Seguridad Minera de Alemania, la Embajada de México en Alemania, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el equipo técnico asesor que está en la mina El Pinabete, donde el 3 de agosto ocurrió el derrumbe.
Los especialistas alemanes concluyeron, según Velázquez, que los rescatistas deben identificar por dónde entra el agua que mantiene la mina inundada desde hace más de dos semanas e impide entrar por los trabajadores.
“También hubo coincidencia en el sellado de las entradas de agua, como se tiene planeado, y también continuar con los estudios del río Sabinas y posibles filtraciones de lluvia”, dijo Velázquez en la rueda de prensa diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La asesoría ocurre mientras se cumplen más de dos semanas del accidente en el municipio de Sabinas, donde el sitio en el que laboraban los mineros se inundó tras un derrumbe de una mina contigua abandonada, Conchas Norte.