Ecuador entró este miércoles en su quinto día bajo el estado de excepción, decretado por el presidente Guillermo Lasso debido a la “grave conmoción interna” en varias provincias del país, donde desde hace diez días se registran enfrentamientos y cierres de carreteras en medio de una gran protesta a nivel nacional que lleva más de una semana.

Hasta el momento, el número de fallecidos asciende a cuatro personas desde el inicio de las manifestaciones, luego de que la Policía Nacional de Ecuador informara este miércoles de una nueva muerte en el contexto de las protestas.

Lasso anunció el viernes el estado de excepción para las provincias de Cotopaxi y Pichincha mediante el decreto 455, y este lunes lo derogó y reemplazó con el decreto 459, que también incluye a las provincias de Imbabura, Chimborazo, Pastaza y Tungurahua y tiene una duración de 30 días. La Asamblea Nacional aun debatía este lunes por la noche el primer decreto.

La medida llega en medio de una gran movilización nacional promovida por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) en contra del Gobierno, iniciada el lunes 13 de junio.

“Anoche convoqué al diálogo y la respuesta fue más violencia. No hay intención de buscar soluciones. Dicen que luchan por el costo de la vida, pero cierran carreteras que provocan escasez, alza de precios y especulación. Dicen que quieren mejorar los servicios de salud, pero impiden el paso de ambulancias poniendo en riesgo de muerte a nuestros hermanos enfermos”, dijo Lasso durante su intervención del viernes.

El origen de las protestas

La Conaie, que lidera la movilización nacional desde hace nueve días en algunas provincias, exige al gobierno reducir los precios de los combustibles, atender el problema del desempleo, regular los precios de los productos del campo y combatir el crimen, entre otras demandas.

La dirigencia de la Conaie insistió a lo largo del viernes, el día en el que Lasso anunció el primer estado de excepción, que mantendrá la paralización. Su presidente, Leonidas Iza —detenido el martes durante las protestas y luego liberado—, hizo un llamado a la manifestación pacífica y aseguró que su movilización no tiene tintes vandálicos.

El jueves, Iza había dicho que no aceptará un diálogo donde no exista resultados y aseguró que coordinaría la movilización de bases indígenas a Quito si no hay respuestas a sus pedidos.