El pasado viernes ocurrió un ataque de un perro de la raza pitbull en contra de un sujeto que ingresó a un domicilio ubicado en Copoya, en dónde pretendía cometer un robo. El presunto delincuente no contaba con la presencia de Max, un noble can que defendió su hogar y a sus habitantes, que son adultos mayores con discapacidad auditiva y visual.
Después del hecho el sujeto fue atendido por paramédicos y trasladado a un nosocomio para ser atendido por las lesiones graves que sufrió en el brazo izquierdo.
Por esta razón el individuo había amenazado a los dueños de Max, exigiéndoles una fuerte cantidad de dinero y también que el noble guardián fuera sacrificado.
Ante ello, el director de Protección contra Riesgos Sanitarios del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, Alfredo Ruiz Coutiño, destacó en entrevista ante medios que, derivado de los hechos, no se sacrificará al canino, toda vez que la persona ingresó al domicilio donde se encontraba la mascota sin autorización, además de que no compete en el reglamento municipal de la dependencia.
Apuntó que, se mantiene en observación al canino, con respecto al descarte de rabia, el cual tiene una duración de 10 días, para analizar el probable contagio; además, dijo que, en caso de atentar contra la salud del canino, si existe sanciones administrativas que van desde multas económicas y arresto administrativo.
Finalmente, aseguró que, el canino pertenece a una raza que puede convivir con humanos, y que la respuesta del canino fue derivada por que no conocía a la persona y que además representaba un peligro a su hogar.