México está propenso a solicitudes de paneles de solución de diferencias adicionales a las de Estados Unidos y Canadá por ciertas políticas energéticas, evaluó BBVA.

Este miércoles, Estados Unidos y Canadá iniciaron el proceso para levantar un panel de solución de controversias contra México en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), argumentando políticas discriminatorias a favor de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Esta noticia no es una sorpresa dados los numerosos intentos del gobierno mexicano por echar atrás la reforma energética de 2013 y limitar la inversión extranjera y privada en general en el sector”, dijo BBVA en un análisis. La solicitud de consulta ha iniciado un proceso para resolver el conflicto en buenos o malos términos.

“Aunque el gobierno mexicano tendrá que reducir sus intentos de socavar los derechos de las empresas energéticas estadounidenses, es probable que otras partes fuera del T-MEC emprendan acciones similares, ya que México ha firmado más de 40 tratados de inversión con países como el Reino Unido, China, Alemania, Francia, España e Italia”, consideró BBVA.

Solo la Unión Europea, bloque con el que México tiene un acuerdo de libre comercio –en vías de actualizarse– y que representa el segundo mayor emisor de la inversión extranjera directa que recibe el país, ha invertido en electricidad, gas y agua alrededor de 20,000 millones de dólares entre 1999 y el 2021, cifra que representa casi 10% de los más de 200,000 millones de IED llevados hacia México entre 1999 y el 2021

En opinión de BBVA, los mercados locales podrían verse afectados a muy corto plazo. La incertidumbre durante el periodo de consultas y la probabilidad de contagio a otros tratados de inversión probablemente pesarán negativamente sobre el peso mexicano.

“La moneda ha superado recientemente a sus pares por su atractivo carry, sus fundamentos relativamente estables y el menor ruido político en comparación con otros mercados emergentes. Estas circunstancias ya no serían un ancla, al menos en una primera reacción”, dijo BBVA. Tampoco el banco descarta una mayor prima de riesgo implícita en el extremo largo de las curvas locales.

“Más allá de esto, tanto el peso mexicano como las curvas locales probablemente seguirán cambiando en tándem con el sentimiento de riesgo global y las expectativas sobre la Reserva Federal. El carry del peso mexicano seguirá siendo atractivo, ya que el Banco de México mantendrá sin cambios el actual diferencial de tipos entre el dólar estadounidense y el peso mexicano. Por lo tanto, esperamos que la reacción sea de corta duración”, agregó.