Donald Trump ha vuelto a Facebook. Al menos, ha vuelto su página, porque el expresidente de Estados Unidos todavía no ha vuelto a usarla. Meta Platforms, dueña de Facebook y de Instagram, ha reactivado este jueves las cuentas de Trump en ambas redes sociales tras una suspensión de dos años a raíz de sus mensajes de apoyo a quienes asaltaron al Capitolio del 6 de enero de 2021. Meta ya anunció el mes pasado que reactivaría los perfiles del expresidente. La gran duda ahora es si Trump volverá a utilizarlos.
Los perfiles de Trump en ambas redes han vuelto con todos sus seguidores activos. Tiene 34 millones en Facebook y 24,3 millones en Instagram, por debajo en ambos casos de los 87,6 millones que acumula en Twitter. La red de mensajes cortos rehabilitó su cuenta tras una votación lanzada por su dueño, Elon Musk, a mediados de noviembre pasado. Desde entonces, sin embargo, Trump se ha mantenido en silencio en dicha red. Su último mensaje sigue siendo uno del 8 de enero de 2021, previo a su suspensión.
Tras su exclusión de Twitter, Facebook e Instagram, Trump se refugió en su propia red social, Truth, de la que es el principal accionista. Truth Social, pertenece a Trump Media & Technology Group (TMTG), de la que Trump es presidente y fundador. Según desveló un folleto registrado ante el supervisor, el expresidente se ha comprometido por contrato a usar esa red social para todos sus mensajes y solo puede repetirlos en otras al cabo de seis horas. La empresa de Trump perdería todo su valor sin él como protagonista y agitador.
En Truth, pese a ser el usuario más popular, suma menos de cinco millones de seguidores, con lo que la tentación de acudir a esas otras plataformas sociales de mayor alcance es evidente. Más, teniendo en cuenta que Trump ha lanzado su candidatura para las elecciones presidenciales de 2024 y las redes pueden servirle para difundir sus mensajes y recaudar fondos.
De momento, el expresidente ha reafirmado su compromiso con Truth y ha dado a entender que no volverá a Twitter, Facebook o Instagram. El levantamiento de la suspensión por parte de Meta llega en un momento en que los republicanos están investigando en la Cámara de Representantes si Twitter silenció indebidamente noticias sobre Hunter Biden, hijo de Joe Biden, el actual presidente, en la campaña de las elecciones de 2020. Ese episodio, en que ejecutivos de la compañía limitaron algunos mensajes y silenciaron el eco de otros por considerarlos inapropiados o que podrían ser fruto de la interferencia extranjera en las elecciones, ha servido a Trump para insistir en su cantinela falsa de que las elecciones de 2020 estuvieron amañadas.
Meta suspendió indefinidamente las cuentas de Facebook e Instagram del entonces presidente después de que el 6 de enero de 2021 elogiara a los violentos en el Capitolio. El Consejo de Supervisión, un órgano de expertos independientes, confirmó la decisión, pero criticó su carácter indefinido y la falta de criterios claros sobre cuándo se restablecerían las cuentas suspendidas. A raíz de ello, Meta impuso una suspensión temporal de dos años a partir de la fecha de la decisión original, el 7 de enero de 2021, y dijo que antes de tomar cualquier decisión sobre si levantarla o no, evaluaría si el riesgo para la seguridad pública había disminuido.
“La suspensión fue una decisión extraordinaria adoptada en circunstancias extraordinarias”, dijo el mes pasado a través de un comunicado Nick Clegg, responsable de Asuntos Globales de Meta y antiguo vice primer ministro del Reino Unido con David Cameron. “Lo normal es que el público pueda volver a escuchar en nuestras plataformas a un expresidente de los Estados Unidos y a un candidato declarado a ese cargo. Ahora que ha transcurrido el plazo de la suspensión, la cuestión no es si decidimos restablecer las cuentas del señor Trump, sino si siguen existiendo circunstancias tan extraordinarias que se justifique prorrogar la suspensión más allá del período original de dos años”, añadía.
Bajo vigilancia
Tras hacer ese análisis, Meta llegó a la conclusión de que el riesgo ha disminuido lo suficiente y que, por lo tanto, debía atenerse al plazo de dos años. Aun así, Meta mantiene bajo vigilancia a Trump y le ha impuesto nuevos límites para disuadirle de reincidir. “En caso de que el señor Trump vuelva a publicar contenidos infractores, estos serán eliminados y se le suspenderá por un periodo de entre un mes y dos años, dependiendo de la gravedad de la infracción”, advirtió Clegg.
El protocolo de Meta aborda el contenido que no infringe sus normas, pero que contribuye al tipo de riesgo que se materializó el 6 de enero, como el contenido que deslegitima unas próximas elecciones o está relacionado con el grupo conspiranoico QAnon. “Podemos limitar la distribución de tales publicaciones y, en casos reiterados, restringir temporalmente el acceso a nuestras herramientas publicitarias. Esta medida significaría que el contenido seguiría siendo visible en la cuenta del señor Trump, pero no se distribuiría en los hilos de la gente, incluso si siguen al señor Trump”, explicó Clegg, entre otras cosas.
“Por defecto, dejamos hablar a la gente, incluso cuando lo que tienen que decir es desagradable o incorrecto. La democracia es complicada y la gente debe poder hacer oír su voz. Creemos que es necesario y posible trazar una línea divisoria entre los contenidos que son perjudiciales y deben eliminarse, y los contenidos que, por desagradables o inexactos que sean, forman parte de la agitada vida de una sociedad libre”, añadió.