México está a un paso de decir adiós al horario de verano después de más de dos décadas. Este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha enviado la iniciativa al Congreso para que sea eliminado. Esta Administración argumenta que la reforma ha sido presentada tras concluir que adelantar el reloj el primer domingo de abril y atrasarlo el último domingo de octubre de cada año perjudica la salud de las personas y no ha producido los ahorros energéticos que se habían prometido cuando entró en vigor en 1996.

La secretaria de Energía, Rocío Nahle, aseguró este martes en Palacio Nacional que el ahorro energético es muy bajo y que no hay impacto en el bolsillo de las familias. La funcionaria federal informó de que en junio pasado realizaron una encuesta sobre el tema y aunque no reveló más detalles sobre la misma, aseguró que un 71% de los participantes dijo estar en desacuerdo con modificar la hora en su reloj cada cierto tiempo. “Hay un rechazo popular desde 1996, cuando se instaló este horario”, aseveró.

De aprobarse la propuesta, el último mes que se modificará el reloj será octubre próximo. La medida ha estado vigente en México durante los últimos 22 años, apuntalada principalmente por una motivación de eficiencia energética. Sus defensores señalan que con este horario se aprovecha más la luz del sol y así se hace un menor uso de energía eléctrica en casas y edificios. Sin embargo, este martes el Gobierno de López Obrador ha echado por tierra este supuesto ahorro.

De acuerdo con sus cifras, tras un pico de ahorro alcanzado en 2010, los resultados de esta medida han caído a partir de esa fecha año con año hasta ser casi inexistentes. En 2021, según datos de la dependencia federal, el ahorro atribuido al horario de verano fue por 537 gigawatts-hora, lo que supuso un 0,16% del consumo nacional, equivalente a 1.138 millones de pesos. Nahle contrastó que la innovación tecnológica de los distintos aparatos electrodomésticos ha producido mayores resultados en la eficiencia energética que la modificación en los relojes. “No hay un impacto por el que no podamos eliminar el horario de verano”, concluyó la secretaria.

Desde su trinchera, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, explicó que el cambio de horario genera afectaciones a la salud de la población, debido a que genera problemas de sueño y memoria, fatiga, depresión, ideas suicidas, falta de concentración y mencionó que existen estudios que vinculan el cambio de horario con el incremento en la incidencia de infartos.

“La elección del horario de verano es política y, por lo tanto, se puede cambiar. Los estudios muestran que las diferencias de tiempo entre el reloj social y el reloj biológico desafían la salud, la llegan a alterar, por lo que si queremos mejorar nuestra salud no debemos luchar contra nuestro reloj biológico, lo recomendable es volver a nuestro horario estándar que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social, el reloj de Dios”, zanjó Alcocer.