Andre Bing dejó una siniestra nota en la que explicaba sus planes. Se sentía acosado, entendía que los otros trabajadores se burlaban de él. Un episodio concreto, el supuesto hackeo de su teléfono, parece haber sido el detonante de que asesinase a seis compañeros del hipermercado Walmart de Chesapeake (Virginia) en el que trabajaba. Los investigadores han encontrado el mensaje en su teléfono móvil. “Se reían de mí y decían que era como Jeffrey Dahmer”, el carnicero de Milkwaukee, un famoso asesino en serie, según dejó escrito. Bing, de 31 años, compró el arma con la que mató a sus compañeros de trabajo solo horas antes del tiroteo.
El mensaje de Bing da a entender que la motivación de su asesinato múltiple fueron las burlas y el acoso que sufría por parte de sus compañeros de trabajo. “Siento haberte fallado, Dios, esto no fue culpa tuya, sino mía”, empieza la nota que ha sido difundida por las autoridades locales. “Fui acosado por idiotas con poca inteligencia y falta de sabiduría. Me mantuve fuerte durante la mayor parte del tormento, pero mi dignidad me fue arrebatada sin remedio por el hackeo de mi teléfono”, indica.
En la nota, que se ha hecho pública con los nombres propios tachados, Bing decía: “Hace unos meses escuché a [tachado] hablando con [tachado] y me dijo que había estado intentando deshacerse de mí desde el primer día. Cuando me enteré de eso, me enfurecí con él. Los asociados me dedicaron sonrisas retorcidas, se burlaron de mí y celebraron mi caída el último día. Por eso corren la misma suerte que yo”.
“Mi verdadera intención nunca fue asesinar a nadie, lo creas o no, en realidad era una de las personas más cariñosas del mundo si llegabas a conocerme. Solo quería una esposa que estuviera igual de enamorada que yo y me obsesionaba la idea; sin embargo, no me merecía una esposa”, dice en otro pasaje. “Lo siento, pero no he planeado esto, prometo que las cosas se han desarrollado como si me guiara Satanás”, añade. “Solo lo hice cuando me di cuenta de que mi teléfono había sido hackeado y estaba dando la peor sensación imaginable”, añade, para terminar con un “Que Dios me perdone por lo que voy a hacer”.
En la nota también señala que dejaría vivir a una de sus compañeras, aparentemente enferma de cáncer: “Tengo un lugar especial en mi corazón para ella porque mi madre murió de cáncer”, escribió.
Según las autoridades, la policía ha confirmado que el sospechoso utilizó una pistola de 9 milímetros de calibre. El arma fue comprada legalmente en una tienda local en la mañana del martes 22 de noviembre, el mismo día del tiroteo. En algunos Estados se exige un periodo de espera antes de entregar un arma a un comprador para evitar arrebatos en caliente. No es el caso de Virginia.
En el registro de la casa de Bing posterior al tiroteo se encontró una caja de munición, la caja el recibo y otros papeles relacionados con la pistola. Bing, que se suicidó tras matar a seis compañeros, no tenía antecedentes penales, según las autoridades. Los asesinatos tuvieron lugar pasadas las 22.00 horas en la sala de descanso de los empleados.
El tiroteo de Virgina se produce días después del ataque en un club LGTB de Colorado Springs en el que hubo cinco víctimas mortales y 18 heridos. El pasado 13 de noviembre, un estudiante de la Universidad de Virginia mató a tres miembros del equipo de fútbol americano e hirió a otros dos en un autobús en el que regresaban de una excursión.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha insistido en la necesidad de una regulación más restrictiva para el uso de las armas de fuego tras estos tiroteos, pero los demócratas no disponen de mayoría parlamentaria suficiente para sacarla adelante. “Este año, he firmado la reforma de armas más importante en una generación, pero eso no es suficiente. Debemos tomar más medidas”, señaló el miércoles en un comunicado tras el tiroteo del Walmart.