Juan Ramón Collado, abogado del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto (2012-2018), del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene una fortuna hasta hoy desconocida. Su riqueza suma —al menos— 224 millones de dólares, según documentos confidenciales a los que ha tenido acceso EL PAÍS.
El patrimonio se desglosa en cobros en especie de propiedades (43,7 millones), fondos en EE UU en el banco Morgan Stanley (50), ingresos a través de la cadena de tiendas de empeño Prenda Oro (104) y honorarios como abogado (26,2).
Collado dejó constancia de esta fortuna en un formulario reservado que rellenó en el banco andorrano Vall Banc el 3 de junio de 2019. El abogado intentó con este documento justificar la legalidad de su riqueza en el Principado, donde movió más de 110 millones de dólares. Para ello, conectó su patrimonio con una exitosa carrera empresarial que tiene su embrión en una herencia paterna. Y trató de desmarcarse de las tesis de una jueza andorrana que le mantiene en su mirilla desde 2016 por un presunto delito de blanqueo y considera que el jurista actuó como pantalla (testaferro) de “terceras personas”.
Terreno para 13.000 viviendas
El letrado comunicó a Vall Banc que había percibido por sus servicios como abogado “pagos en especie” en forma de propiedades que estaban valoradas en marzo de 2015 en 43,7 millones de dólares.
El patrimonio en ladrillo incluye un terreno para construir 13.000 viviendas (tasado en 26,6 millones de dólares), una hacienda en Puebla (8) y una propiedad en un área residencial y de negocios de Puerta del Hierro, en Guadalajara (5). También, un inmueble en Chalco de Díaz Covarrubias (2 millones) una casa en la exclusiva colonia de El Pedregal (Ciudad de México) y otra en Sajama, cuantificadas en un millón, respectivamente.
La riqueza en el Morgan Stanley de EE UU
El siguiente destino para desgranar la riqueza del letrado conduce a EE UU Collado custodia en este país a través del banco de inversión Morgan Stanley más de 50 millones de dólares. Se trata de un patrimonio heredado de su padre, el empresario natural de Llanes (Asturias) José Ramón Collado Amieva, que falleció en agosto de 2018 a los 78 años.
El progenitor del abogado, que aterrizó en Ciudad de México en 1959 procedente de España, amasó una fortuna en el país norteamericano que alcanzó su punto álgido en 1984. Sus negocios contemplaron compañías inmobiliarias, hoteles, firmas de cría de ganado e higiene personal y un laboratorio farmacéutico que llegó a tener 120 patentes.
El padre de Collado decidió “por motivos de salud” que su hijo figurara como custodio, titular, beneficiario y administrador de los 50 millones del Morgan Stanley porque contaba con “capacidad profesional, honradez y calidad humana en la familia”, según dijo el jurista hace tres años.
El pujante negocio de las tiendas de empeño
La cadena de tiendas de empeño Prenda Oro representó el principal puntal de beneficios de Collado. El letrado obtuvo con este negocio 104 millones. De esta suma, 73 aterrizaron en la cuenta de resultados de la compañía en forma de ingresos por intereses en 15 años y 31 millones a través de beneficios de fondos que se quedaba la firma si los clientes dejaban de pagar, según el abogado.
El origen de Prenda Oro se remonta a 1999. El padre de Juan Ramón Collado creó entonces esta corporación dedicada a otorgar microcréditos a cambio de empeños. Y sentó la base de un imperio que sumó 66 sucursales, más de 500 empleados y otorgó préstamos en 15 años por valor de más de 210 millones.
Prenda Oro dio el estirón en 2015 al absorber otras 15 firmas del sector como Libertad Servicios Financieros y Sociedad Anónima de Capital Variable. Collado compró “con recursos propios” el 81,5% de estas compañías. Y su padre, el 18,5%, según relató en 2019 el abogado de Peña Nieto al banco andorrano.
En paralelo al tinglado inmobiliario, la fortuna en EE UU y el negocio de empeños, Collado indicó también haber ingresado 26,2 millones de euros a través de su bufete, Collado Asociados. Una firma legal creada en 1996 que tiene 40 empleados y en la que el letrado figura como socio fundador. La clave del éxito de esta compañía radica en una cartera de clientes integrada, según el abogado, por “funcionarios, exfuncionarios, gobernadores y exgobernadores”.
Junto a Peña Nieto, Collado ha defendido a prominentes figuras de la arquitectura mexicana del poder como el exgobernador de Quintana Roo Mario Villanueva (PRI); el exlíder sindical de Pemex Carlos Romero Deschamps o Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente de México Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
Maniobras para enviar el dinero a España y EE UU
Durante una visita a Andorra en 2019, Collado manifestó categórico a los gestores de Vall Banc que se vio “obligado” a abrir cuentas en esa institución financiera tras liberar sus fondos en la BPA embargados (103 millones). El abogado pidió que sus activos no fueran custodiados en ningún banco de este país europeo. Y avanzó que su relación con Vall Banc se limitaría a transferir “a cuentas cuyo titular recaiga en mi persona en entidades de primer orden que me ofrezcan seguridad jurídica, que son España y Estados Unidos de América”.
Collado no pudo cumplir su deseo de sacar hasta el último céntimo de Vall Banc y enviarlo a España o EE UU. En julio de 2019, semanas después de su fugaz visita a Andorra y de que este banco elaborara un nuevo informe patrimonial basándose en su relato, el abogado ingresó en prisión tras ser arrestado en México. El capital en el país pirenaico volvió a ser bloqueado.
Seis días antes de su detención, el jurista vació una parte de sus fondos en Andorra. Transfirió 10,5 millones desde Vall Banc a una cuenta nominal en el BBVA en Madrid y canceló préstamos por valor de 9,3 millones.