Después de recibir críticas por parte de figuras del cine mexicano, el Gobierno de México negó hoy que se hayan recortado los apoyos a la industria cinematográfica durante la actual administración.
“Desde la Secretaría de Cultura lo decimos de manera contundente: El IMCINE —institución que se ha fortalecido en esta administración con modelos de estímulos directos y transparentes— otorga apoyos por casi 900 millones de pesos al año”, informó la secretaria Alejandra Frausto.
La funcionaria federal explicó, en tuits dirigidos a Guillermo del Toro, que el cine “es una disciplina que, de forma directa, es apoyada con más recursos que cualquier otra y lo hacemos con la responsabilidad que esta erogación de recursos públicos merece”.
Frausto dijo que el año pasado en México se produjeron 259 películas, “una cifra histórica y con contenidos también inéditos porque se apoyan materiales de los pueblos originarios y lenguas indígenas, destacando el trabajo de género, con las infancias de las comunidades más heridas de nuestro país”.
La funcionaria explicó que los apoyos se están descentralizando, poniendo atención en llevar lo recursos a los que más los necesitan, no solamente “donde ya lo tienen y con quienes lo recibían todo”.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, en México hay 12 Semilleros Creativos de Cine en el país, que son verdaderas escuelas de futuros cineastas donde se inculca este arte desde la niñez en comunidades históricamente vulneradas.
Dichos Semilleros se encuentran en los municipios de Tijuana, Durango, San Luis de la Paz, El Barrio de la Soledad, Santos Reyes Yucuná, Querétaro, Guasave, Victoria, Ixtenco, Santa Ana Nopalucan, Mérida y uno en la Ciudad de México.
La funcionaria aseguró que el apoyo a la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se mantiene y se continúa con las puertas abiertas.
“Desde el inicio de esta administración el diálogo con la Academia ha sido permanente, tanto para continuar con la operación de la misma en la Casa Buñuel- entregada en comodato a la Academia y de la que la Secretaría de Cultura absorbe gastos de servicios y mantenimiento para su postulación a las convocatorias en su trabajo cotidiano de difusión y académico, y como para las entregas anuales de los Premios Ariel”, detalló.
“El apoyo al cine mexicano no se reduce a la colaboración con una asociación gremial, va mucho más allá y los números son contundentes”, apuntó.
Esta semana, después de que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) anunciara oficialmente que se ha decidido suspender la convocatoria y los procesos de inscripción al Premio Ariel 2023, hasta nuevo aviso, por atravesar “una grave crisis financiera”, figuras mexicanas de la industria se pronunciaron en contra de decisiones del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
La Academia Mexicana señaló que “el Estado ha renunciado a su responsabilidad como principal promotor y difusor de la cultura en general y del cine en particular”.
El director Guillermo del Toro, ganador del premio Óscar, opinó que “la sistemática destrucción del Cine Mexicano y sus instituciones -lo que llevó décadas construir- ha sido brutal”.
“Sobrevivimos el sexenio de López Portillo, pero esto no tiene precedentes”, agregó.
El actor Joaquín Cosío dijo que “López Obrador y la 4T retiran apoyos a la Academia Mexicana, cómo era de esperarse no entienden la cultura ni el arte. Ignorantes. No hay otra palabra”.
Antes, la AMACC lamentó que a pesar de sus 76 años de existencia y la voluntad política con la que se refundó la Academia en su nueva época, bajo la presidencia del maestro Jorge Fons, “el respaldo de los recursos públicos hayan disminuido considerablemente en los últimos años”.
“Durante los próximos meses la AMACC reorientará sus esfuerzos para reorganizar el trabajo a través de sus distintas comisiones, buscando darle viabilidad y certeza financiera a las actividades académicas que realiza a lo largo del año y a la entrega del Ariel”, apuntó.
La Academia llamó a todos los sectores a cerrar filas para reforzar la cohesión dentro del gremio cinematográfico y a seguir defendiendo, así como fortaleciendo, este y otros espacios de reflexión libre e independiente sobre el cine mexicano.