Expertos señalan que no hay evidencias de que la fruta genere aumento de peso si se consume en las noches, aunque algunos especialistas aconsejan que la fruta es una de las mejores opciones que se puede consumir.
Las frutas se caracterizan por tener un bajo contenido de calorías, también son altas en fibra y son una buena fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes. “El consumo de este alimento también se asocia con un menor peso corporal y un menor riesgo de padecer obesidad”, explica el portal Vozpópuli.
Las recomendaciones de los conocedores del tema de alimentación es comer una manzana en lugar que un chorizo en las noches; además, hay que tener en cuenta otros factores, pues de nada sirve comer fruta en las noches cuando estas calorías no se van a quemar acostado en la cama durmiendo.
Aunque ninguna fruta es mala, no todas las frutas tienen la misma cantidad de agua o de azúcar. Por esta razón, hay algunas frutas que son más apropiadas para consumir en las noche y otras que se deben eliminar.
“Podemos comer cualquier tipo de fruta por la mañana, a medio día o por la tarde, ya que nos aportarán la energía necesaria para afrontar el día” Especialistas destacan que el consumo de frutas en la cena despierta un deseo por comer algo dulce, “ya que una vez digerida la pieza, el azúcar en sangre disminuye y nuestro cuerpo nos pide más”, explica Vozpópuli. Además, la ingesta de estos alimentos puede causar molestias como una pesada indigestión.
De acuerdo a Vozpópuli, la manzana, la pera y el melón son frutas que se pueden incluir en la comida en las noches. Entre las características de estas frutas se destaca que la manzana tiene un gran poder saciante; por su parte, la pera y el melón destacan por su gran aporte de agua.
Las frutas que no son recomendadas para comer en la noche son particularmente las cítricas. Las naranjas, las mandarinas, las uvas, la piña, las ciruelas o los arándanos, además, el kiwi, plátano, fresas, frambuesas o mango, no se deben consumir en la noche, pues contienen mucha fructosa, lo que se genera más azúcar que no se va a quemar, pues el cuerpo va a dormir en las noches, es decir que esta azúcar se convertirá en grasa.