El Papa Francisco llegó este domingo a Canadá para una visita de seis días durante la cual se espera que pida perdón personalmente a los supervivientes indígenas de los abusos cometidos en las escuelas residenciales gestionadas por la Iglesia católica.
El avión papal aterrizó poco después de las 11 horas (17 GMT) en Edmonton, la capital provincial de Alberta.
Pocos minutos después del despegue del avión, el Sumo Pontífice, de 85 años, caminando apoyado en un bastón, fue a la parte trasera del avión a saludar a los 78 periodistas que viajan con él y les agradeció su trabajo y compañía durante este viaje en el que visitará Edmonton, Quebec y Iqaluit.
“Este es un viaje penitencial, lo hacemos con este espíritu”, señaló Francisco, que ha dado preferencia a los encuentros con los indígenas, mientras que las reuniones con las autoridades no se harán hasta el miércoles en Quebec.
Previo a su partida de Roma, el Papa envió un mensaje en Twitter a sus “queridos hermanos y hermanas de Canadá”. “Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”, escribió.
La visita de seis días será esencialmente consagrada a las poblaciones amerindias autóctonas que hoy representan el 5% de los habitantes de Canadá y que se identifican en tres grupos: Primeras Naciones, Metis e Inuit. Estos últimos fueron sometidos durante décadas a una política de asimilización forzada, fundamentalmente a través de un sistema de pensionados para niños, subvencionados por el Estado pero administrados en su gran mayoría por la Iglesia.
Alrededor de 150.000 niños autóctonos se matricularon desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales, donde pasaron meses o años aislados de sus familias, su idioma y su cultura.
Muchos de ellos fueron abusados física y sexualmente por directores y maestros y hasta 6.000 murieron por enfermedad, desnutrición o negligencia.
Canadá está abriendo paulatinamente los ojos a este pasado calificado como “genocidio cultural” por una comisión nacional de investigación.
“Esta visita histórica es una parte importante del recorrido de sanación”, pero “queda mucho por hacer”, dijo el jueves George Arcand Jr., Gran Jefe de la Confederación de las Primeras Naciones del Tratado 6, en Edmonton.
El pontífice argentino, que planea reiterar las disculpas presentadas en Roma a las delegaciones canadienses que lo visitaron en abril, podría igualmente efectuar algunos gestos simbólicos, como la restitución de objetos de arte indígenas conservados en el Vaticano desde hace décadas.