Si te consideras un fiel seguidor del chocolate, seguramente sabes que proviene del cacao, una fruta de origen tropical que nace de un árbol del mismo nombre. El llamado también alimento de los dioses ha sido considerado como un símbolo de abundancia desde nuestros antepasados.
Es un referente de importancia cultural y económica, tan relevante que México está posicionado en el lugar número 11 de producción por la International Cocoa Organization ICCO. Sus principales estados productores son Tabasco, Chiapas y Guerrero, donde muchas familias tienen como principal ingreso económico la cosecha y venta de cacao; la relevancia de este ingrediente podría estar en peligro.
¿Qué amenaza al cacao?
Una de las mayores plagas a las que se enfrenta el cacao es la moniliasis que puede ocasionar pérdidas de entre el 90% y 95% de la cosecha anual, si no se ejercen medidas de control. Este hongo está presente en más de 10 países de América Latina y se presenta en su mayoría como una mancha de color café, que puede extenderse hasta cubrir todo el fruto. Pudre la mazorca y afecta a la planta.
Tras ocurrir esto, con frecuencia las cosechas suelen ser abandonadas por los productores y disminuye la rentabilidad e inversión del suelo.
Algunas marcas como Hershey han creado estrategias para trabajar de la mano de los productores y hacer frente a la Moniliasis, así como para fomentar la cultura en torno al cacao. Es aquí donde el Proyecto Cacao Hershey’s entra en acción.
Es uno de los diferentes programas de cacao que tiene Hershey’s alrededor del mundo y es parte del compromiso de la compañía con el medio ambiente. Comenzó en 2012 cuando Hershey’s México, Agroindustrias Unidas de Cacao (hoy ECOM Cacao) y la Fundación Cacao México formaron una alianza para organizar un proyecto con el objetivo de apoyar y rescatar el sector cacaotero afectado por la plaga de moniliasis.
A lo largo de 10 años han buscado cómo hacer su producción más sostenible, y también se ha dado renovación a más de 500 hectáreas de cultivo, apoyo y acompañamiento a más de 800 productores para la recuperación y transformación de sus cultivos, así como la entrega más de 500,000 plantas tolerantes a la monilia que se establecieron en conjunto con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. También se logró un convenio de vinculación con la Universidad Autónoma de Chiapas que busca concientizar a los jóvenes sobre la importancia del cacao como recurso natural y como fuente de desarrollo económico.
Algunos de los retos actuales son enaltecer la industria del cacao, para mejorar su productividad, así como tomar en cuenta los recursos naturales necesarios y pensar en la calidad de vida de los involucrados en su producción.