Las autoridades canadienses acordaron este lunes acelerar el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura como parte esencial de un plan para reducir la dependencia del país de Estados Unidos ante “la guerra económica” declarada por Donald Trump.

Tras una reunión con los jefes de Gobierno de las 10 provincias y tres territorios del país, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, señaló su decisión de eliminar las barreras internas al comercio e “identificar y acelerar los proyectos de fortalecimiento territorial que sean considerados de interés nacional”.

Carney añadió que una vez que un proyecto sea identificado como de interés nacional, el proceso de aprobación se recortará a un máximo de dos años, menos de la mitad de lo que se tarda en estos momentos.

El primer ministro canadiense considera que el plan permitirá atraer “las enormes inversiones que harán de Canadá una superpotencia energética y poner en marcha la economía más fuerte del G7″.

Por su parte, el jefe de Gobierno de Ontario, el centro industrial del país, Doug Ford, aseguró que los ataques de Trump han unificado el país y que hay una voluntad de acelerar el desarrollo económico.

“No olvidemos que el presidente Trump ha declarado una guerra económica a cada una de nuestras empresas y a cada persona de este país, y que necesitamos hacer todo lo que podamos para luchar contra él”, declaró el líder conservador de Ontario.

Al menos dos provincias del país, Alberta y Saskatchewan, quieren que Carney acelere la construcción de oleoductos que permitan el transporte de crudo hacia el este y el oeste del país, ya que hasta ahora el 97% de su producción viaja al sur, hacia Estados Unidos.

Pero tradicionalmente provincias como Quebec y Columbia Británica, así como comunidades indígenas de todo el país, se han opuesto al desarrollo de estos proyectos.

La jefa de Gobierno de Alberta, Danielle Smith, la principal defensora de la construcción de oleoductos que permitan la exportación de crudo, mostró su optimismo tras la reunión por la actitud de Carney en favor del desarrollo de los recursos petroleros de la provincia.

“No hemos oído este lenguaje desde hace tiempo”, señaló, para indicar a continuación que es un error no explotar al máximo las reservas petrolíferas de Alberta, cifradas en 1,8 billones de barriles de petróleo con un valor de 9 billones de dólares canadienses (6,5 billones de dólares de EE.UU.).

La aceleración de los procesos de aprobación de grandes proyectos también beneficiará al sector minero y al de la construcción de infraestructuras del transporte.