El comunicador Roberto Toledo ha sido asesinado este lunes en Zitácuaro, Michoacán. Así lo ha confirmado el director del portal digital Monitor Michoacán, Armando Linares, para el que trabajaba Toledo. “Exhibir corrupciones de gobiernos corruptos, de funcionarios y políticos corruptos llevó hoy a la muerte de uno de nuestros compañeros”, ha condenado Linares a través de un comunicado difundido por redes sociales
Toledo, de 55 años, fue acribillado en la cochera de su oficina, en la colonia Moctezuma Oriente, por tres sujetos armados que le atacaron a quemarropa y se dieron a la fuga. “Le dispararon de manera ruin”, ha dicho su jefe, claramente afectado y con la voz entrecortada. Pasada la una de la tarde, el hombre moría en un hospital de Zitácuaro como consecuencia de las heridas de bala.
La Fiscalía de Michoacán ha abierto una investigación para esclarecer el crimen. El de Toledo es el cuarto ataque a la prensa en lo que va de año en México, el país más mortífero del mundo para la prensa, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés)
La muerte del comunicador se produce meses después de que el medio denunciara amenazas de muerte en contra de sus trabajadores. “Hoy esas amenazas se cumplieron”, ha condenado Linares. Monitor Michoacán es un blog de noticias local que ha señalado en varias ocasiones las corruptelas del poder en la ciudad de Zitácuaro, de unos 150.000 habitantes. Igual que sucede en el caso de otros miembros de la prensa asesinados que formaban parte del mecanismo de protección de periodistas, los integrantes de Monitor Michoacán habían contactado a la secretaría de Gobernación para alertar del riesgo en el que se encontraban. “Nosotros no estamos armados, nuestra única defensa es una pluma”, ha agregado Linares.
El CPJ ha contabilizado desde 1992 y hasta 2021 el asesinato de 138 periodistas en México. Artículo 19, una organización mexicana defensora de la libertad de expresión, computa cifras todavía más altas: 145 desde 2000. Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ, señalaba a este diario que México es la única nación donde los niveles de violencia letales contra los comunicadores se han mantenido con los distintos Gobiernos: “La violencia es una constante. Y la conclusión después de tres años de Gobierno de López Obrador es que no solo no ha podido resolver las decenas de asesinatos de periodistas, defensores y activistas, sino que ha hecho muy poco para prevenirlos”.
El vocero de la presidencia, Jesús Ramírez, ha condenado el asesinato y reiterado que el Gobierno federal trabajará en coordinación con las instancias locales y estatales para resolver lo sucedido. “No permitiremos la impunidad”, ha asegurado en su cuenta de Twitter.
El asesinato de Roberto Toledo se produce una semana y media después de la conmoción que han dejado las muertes de Margarito Martínez, Lourdes Maldonado y José Luis Gamboa. Todos ellos periodistas asesinados. Los dos primeros en Tijuana y el tercero en Veracruz. La impunidad y la desprotección de los colegas que trabajan en el gremio, lastran a una profesión marcada por la precariedad laboral y la violencia constante. “Vamos a seguir señalando corrupciones y políticos corruptos aunque la vida nos vaya en ello (…) Malditos aquellos [que] atentaron contra la vida de una persona inocente”, ha lamentado el director de Monitor Michoacán.
Con información El País