Unas 1.000 personas se encontraban en el centro comercial en el momento del ataque con misiles rusos. El bombardeo en esta ciudad del centro de Ucrania ha dejado 20 muertos, otros 20 desaparecidos y más de 60 heridos.
En la UCI del hospital de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, los supervivientes relatan el horror que vivieron este lunes durante el ataque con misiles rusos al centro comercial donde se encontraban unos 1.000 civiles, según las autoridades ucranianas. Ludmyla Mykhailets, de 43 años, recuerda a Reuters que estaba comprando con su marido en una tienda de electrónica cuando la explosión la arrojó por los aires.
“Salí volando de cabeza y las astillas golpearon mi cuerpo. El edificio se estaba derrumbando. Luego aterricé en el suelo y no sé si estaba consciente o inconsciente”, dijo, y agregó que se había roto un brazo y tiene una fractura en la cabeza. “Fue un infierno”, añade Mykola, de 45 años, con un vendaje en la cabeza.
La cifra de muertos en el ataque, “uno de los más desafiantes de la historia europea” según el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, roza la veintena, según las cifras actualizadas de los servicios de emergencia ucranianos. Otras 60 han resultado heridas, pero se espera que el número aumente a medida que los equipos de rescate trabajan entre los escombros a los que ha quedado reducido el edificio. Antes de la invasión, esta ciudad en el sur de Kiev tenía más de 200.000 habitantes. Más de 20 personas están desaparecidas, dijo la oficina del fiscal general de Ucrania.
Zelenski ha lamentado que Rusia haya bombardeado de nuevo un enclave sin interés militar de ningún tipo, donde cientos de personas intentaban llevar “una vida normal” al margen del conflicto. “La cantidad de víctimas es imposible de imaginar”, ha añadido. “La situación es difícil, pero el fuego no se está extendiendo. La Policía, la Guardia Nacional y el Ejército están trabajando en las labores de rescate”, ha indicado Lunin en declaraciones recogidas por la televisión ucraniana Kolo.
Además, ha denunciado que “el ataque ruso contra el centro comercial Amstor de Kremenchuk no tiene otro objeto que aterrorizar a los ucranianos“. “Es un lugar civil al que ucranianos pacíficos vienen a comprar. ¡Está cada vez más claro que el objetivo de Rusia es el genocidio de los ucranianos!”, ha advertido.