Las desigualdades contribuyen a la muerte de, al menos, una persona cada cuatro segundos. Además, han provocado que la pandemia de coronavirus resulte más letal, más prolongada y más dañina para los medios de vida.
Así lo determinó el informe Las Desigualdades Matan, hecho por Oxfam International, el cual también señala que la riqueza de los diez hombres más adinerados se ha duplicado, mientras que los ingresos del 99% de la humanidad se habrían deteriorado a causa de la COVID-19.
En algunos países, las personas en mayor situación de pobreza tienen casi cuatro veces más probabilidades de perder la vida por el virus que las más ricas, sentenció el documento. La desigualdad de ingresos resulta ser más determinante que la edad a la hora de estimar si alguien morirá a causa de la COVID-19.
“Se trata de una estimación conservadora de las muertes ocasionadas por el hambre en un mundo de abundancia, por la falta de acceso a servicios de salud de calidad en países pobres, y por la violencia de género, arraigada en el patriarcado, a la que se enfrentan las mujeres”.
El informe calculó que las desigualdades a nivel mundial contribuyen a la muerte de al menos 21 mil 300 personas cada día.
Tan solo en julio de 2021, el hombre más rico del mundo viajó con sus amigos al espacio en su nave de lujo, en medio de la pérdida de vida de millones de personas por falta de acceso a alimentos y vacunas.
Las desigualdades contribuyen a la muerte de, al menos, una persona cada cuatro segundos. Además, han provocado que la pandemia de coronavirus resulte más letal, más prolongada y más dañina para los medios de vida.
Así lo determinó el informe Las Desigualdades Matan, hecho por Oxfam International, el cual también señala que la riqueza de los diez hombres más adinerados se ha duplicado, mientras que los ingresos del 99% de la humanidad se habrían deteriorado a causa de la COVID-19.
En algunos países, las personas en mayor situación de pobreza tienen casi cuatro veces más probabilidades de perder la vida por el virus que las más ricas, sentenció el documento. La desigualdad de ingresos resulta ser más determinante que la edad a la hora de estimar si alguien morirá a causa de la COVID-19.
“Se trata de una estimación conservadora de las muertes ocasionadas por el hambre en un mundo de abundancia, por la falta de acceso a servicios de salud de calidad en países pobres, y por la violencia de género, arraigada en el patriarcado, a la que se enfrentan las mujeres”.
El informe calculó que las desigualdades a nivel mundial contribuyen a la muerte de al menos 21 mil 300 personas cada día.
Tan solo en julio de 2021, el hombre más rico del mundo viajó con sus amigos al espacio en su nave de lujo, en medio de la pérdida de vida de millones de personas por falta de acceso a alimentos y vacunas.
Y también a nivel interno, puesto que las personas más ricas de cualquier país han podido lidiar mejor con la crisis económica generada por la COVID-19.
El documento asegura que el 2021 se define por un “vergonzoso apartheid de las vacunas”, con el cual en lugar de vacunar a miles de millones de personas en países con menos recursos, “las grandes farmacéuticas deciden quién vive y quién muere”.
“Millones de personas aún estarían vivas si hubieran recibido una vacuna, pero se les negó esa oportunidad; mientras, las grandes empresas farmacéuticas continúan conservando el monopolio de estas tecnologías. Este apartheid de las vacunas se está cobrando vidas y está alimentando las desigualdades en todo el mundo.
“Esta catástrofe provocada por el ser humano se ha cobrado innecesariamente las vidas de millones de personas en países con acceso limitado a las vacunas”.
Violencia económica: daño y muertes por la desigualdad
Conjuntamente, 252 hombres poseen más riqueza que los mil millones de mujeres y niñas de África, América Latina y el Caribe.
El incremento de las personas adineradas, señaló el informe de Oxfam, es el resultado del aumento desorbitado de los precios de los mercados de valores, el apogeo de las entidades no reguladas, el auge del poder monopolístico y la privatización.
Lo anterior sumado a la erosión de las normativas, los tipos impositivos a las personas físicas y las empresas y los derechos laborales y los salarios; todo ello propiciado por la instrumentalización del racismo.
Las desigualdades extremas son una forma de ‘violencia económica’ en la que las decisiones legislativas y políticas a nivel sistémico, diseñadas para favorecer a las personas más ricas y poderosas, perjudican directamente a la amplia mayoría de la población mundial”.
Algunas estimaciones que enumera el documento, como resultado de la violencia económica son:
Aproximadamente 5.6 millones de personas mueren cada año por la falta de acceso a servicios de salud en países pobres.
Al menos 67 mil mujeres pierden la vida cada año a causa de la mutilación genital femenina, o asesinadas a manos de su pareja o expareja.
El hambre mata, como mínimo, a 2.1 millones de personas cada año.
Según estimaciones conservadoras, cada año 231 mil personas podrían perder la vida en países pobres a causa de la crisis climática de cara a 2030.
“Estas son solo algunas de las maneras en las que las desigualdades matan. Pero en realidad, afectan negativamente a prácticamente todos los aspectos de la vida humana, así como a toda esperanza de progreso”.
Las desigualdades son inevitablemente nocivas para todas las personas, por lo que el informe hace un llamado a los gobiernos a invertir esta tendencia y negarse a agravar esta “autodestructiva catástrofe”, que se traduce en unos niveles de desigualdades extremas sin precedentes.
El documento advierte que solamente aplicando soluciones sistémicas se podrá combatir la violencia económica desde su origen y establecer las bases de un mundo más justo, lo que requiere “una transformación ambiciosa de las reglas que rigen la economía”, para así predistribuir de una manera más justa el poder y los ingresos.
“No falta dinero; eso quedó claro cuando los Gobiernos movilizaron 16 billones de dólares para la respuesta ante la pandemia. Lo que falta es voluntad para abordar las desigualdades y la riqueza y el poder de los ricos y poderosos”.
Con información Animal político