Cerca de las 18:00 horas del 20 de junio de 2008, una serie de fallas y omisiones en un operativo policial, coordinado por el entonces Mando Único Policial (Unipol) en la discoteca New’s Divine, resultó en la muerte de 12 jóvenes, dos policías auxiliares y un policía judicial.
A 14 años de los hechos, no hay justicia pues las madres y padres de las víctimas siguen batallando para que la exoneración de Guillermo Zayas, quien diseñó y ejecutó el operativo, no se haga efectiva.
Hasta hoy, la única persona sentenciada a 25 años de prisión por corrupción de menores –no por el operativo– es el encargado de la discoteca, Alfredo Maya Ortiz.
A pesar de que el New’s Divine operaba ilegalmente, sus licencias habían sido renovadas y la clausura del lugar revocada antes del operativo, que estuvo mal planeado y ejecutado, además de que sus consecuencias fueron manejadas incorrectamente por las autoridades encargadas de la investigación.
Leticia Morales Bravo, madre del joven Rafael Morales Bravo, quien falleció a los 18 años la noche de ese 20 de junio, asegura que a las madres y padres jamás se les ha hecho justicia y ahora han tenido que promover una apelación para que el el Tribunal Superior de Justicia recibiera el expediente de Zayas y determiné una decisión definitiva sobre su exoneración.
La jueza interina del Juzgado Décimo Noveno Penal de la Ciudad de México ordenó cancelar la orden de aprehensión que se había girado en su contra en 2016, por homicidio y lesiones culposas, con el argumento de que la acción punitiva ha prescrito por temporalidad, aunque originalmente prescribía hasta 2030.