Dentro de una tortilla de maíz cabe todo tipo de ingredientes para formar los tacos: huevo con arroz rojo, guacamole con chicharrón, pescado capeado, pollo con mole entre otros. De los primos hermanos de las flautas y quesadillas nadie escapa.
Son aquello que el escritor Carlos Monsiváis describió alguna vez como ”alianza entre las tortillas y distintos alimentos, es la tradición cilíndrica, es la costumbre de asociarlo con las fauces entre el apetito menor y el apetito mayor, es la idea de la fiesta, de paso rápido por las calles con un paréntesis nutritivo, es el gusto por asociar la tradición con los placeres culinarios, es una idea, no un producto, muy exportable como se ha probado en Estados Unidos”.
Todo cabe en la tortilla aunque apenas pueda doblarse, se vale un disco de maíz y hasta dos, para así evitar que el taco se deshaga por acción de la salsa o lo jugoso de su contenido. El momento de sentarse a la mesa es la también llamada ”hora del taco”, y ese momento se respeta.