El narcotraficante Óscar Nava Valencia, El Lobo, nuevo testigo que declarará en el juicio contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública acusado de presuntos nexos con el crimen organizado, confesó que realizó un pago al ex funcionario.
El capo aseguró que entregó 10 millones de dólares al acusado para “arreglar el problema de Manzanillo” refiriéndose a un decomiso detenido en ese puerto del cual también habló Sergio Villarreal Barragán, El Grande, hace una semana.
El Lobo Valencia ilustró sobre el control que tenía el cártel de Sinaloa, a través de Jesús Zambada García y Arturo Beltrán Leyva en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“Luego extendimos el control hacia aeropuertos de Cancún, Acapulco, Toluca, Guadalajara”, aseguró el testigo.
Antes de iniciar la sesión, el juez Brian Cogan comentó una moción ingresada por la defensa en la cual se quejaba del manejo de rumores y nula identificación de fuentes que maneja la fiscalía y los testigos.
“No voy a permitir la difusión de rumores y los testigos deben de ser capaces de identificar las personas de las que obtuvieron la información”, exigió Cogan.
En ese sentido, la defensa ha estado más alerta en esa clase de fallas de la fiscalía objetando en la jornada del lunes algunas de las preguntas hechas por la fiscalía que involucran de manera muy débil al acusado. Aun así, El Lobo Valencia pudo aullar que entregó “más de 10 millones de dólares” al acusado y que ese dinero era producto de “el tráfico de cocaína”.
Valencia reconoció haber sido capaz de transportar más de 100 mil kilos de cocaína a diferentes ciudades de Estados Unidos y detalló parte de la relación que tuvo con otros miembros del cártel de Sinaloa la cual terminó “cuando tuve un problema con Arturo” (Beltrán Leyva) lo cual provocó que otros miembros del cártel lo secuestraran, aunque no aclaró las razones del rompimiento.
Dice que escuchó hablar de Genaro García Luna desde el 2001 cuando era director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), a través de referencias hechas por el mismo Beltrán Leyva, quien le aseguraba que esa presunta asociación con autoridades mexicanas, garantizaban al cártel “mayor control territorial, tener información de cárteles enemigos, y posibilidades de expansión”.