Pasadas las 7:30 de la mañana del martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador se asomó por la ventana del Hotel Lombardy, en Washington. Con medio cuerpo al aire le dijo al grupo de personas de origen mexicano que se había congregado afuera: “Voy a estar en la Casa Blanca con el presidente (Joe) Biden y el tema principal será la defensa de nuestros paisanos migrantes. Ustedes vienen a trabajar honradamente a esta gran nación, vienen a hacerla más grande, no vienen a robar, no vienen a hacer una maldad”.
Pero “la tan esperada visita” deja todo en promesa, considera Eunice Rendón Cárdenas, especialista en seguridad y migración. El presidente mexicano volvió a mencionar el programa Bracero, con el que se contrataron “miles de jornaleros mexicanos” como ejemplo para la entrada ordenada.
“Para la construcción del ferrocarril, de 1943 a 1946 se contrató a 130,000 trabajadores mexicanos mediante este procedimiento pactado por ambos gobiernos”, destacó el mandatario. Reconoció que el programa no estuvo exento de “errores, abusos e incumplimientos”, pero dio buenos resultados. “Algo parececido a este programa es lo que proponemos ahora”.
Le pidió permitir la llegada a Estados Unidos de “obreros, técnicos y profesionales de distintas disciplinas mexicanos y centroamericanos con visas temporales de trabajo para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra. Mi propósito es contar con la fuerza de trabajo que demandará el plan propuesto por usted y aprobado por el Congreso de destinar más de 1 billón de dólares de obras de infraestructura”.
La tragedia de Texas, el marco de la visita
Ésta es la segunda vez que ambos mandatarios se reúnen en Estados Unidos. Previo a su inicio de gobierno, de ambos se esperaba un cambio en la política migratoria, pues sus discursos habían sido distintos al de sus antecesores, especialmente al del expresidente Donald Trump.
López Obrador había hablado de fronteras abiertas para migrantes de Centroamérica que vinieran a México a trabajar, aunque la mayoría pasan por aquí en busca de un empleo en Estados Unidos. Sin embargo, Trump obligó al gobierno mexicano a retener a migrantes en nuestro territorio. Se esperaba que ayer Biden anunciara el fin del programa Quédate en México, pero no ocurrió.