En un principio, medios mexicanos informaron que Padilla murió después de que un grupo de personas la rociaran con alcohol y le prendieran fuego en un parque cerca de su domicilio en la colonia Arcos de Zapopan, en el estado de Jalisco.
La mujer había denunciado previamente las pintadas amenazantes que, según ella, le habían dejado sus vecinos en la escalera del edificio en el que vivía.
Pero este martes, la Fiscalía de Jalisco, en el oeste de México, mostró evidencias de que Padilla compró dos botellas de alcohol y un encendedor que fueron hallados en el sitio del incidente en el que sufrió las quemaduras, el 16 de julio.
También reveló que, en dos momentos previos en mayo y junio, Padilla habría saboteado a un vecino con el que tenía conflictos en el edificio de departamentos en el que ambos vivían.
El vecino, identificado como Sergio Ismael “N”, está detenido por una denuncia de amenazas previa de Padilla, pero no por la muerte de la mujer. Padilla vivía en Zapopan, en las afueras de la ciudad de Guadalajara, junto a su madre y su hijo Bruno, de 11 años, quien tiene autismo severo y epilepsia refractaria de difícil control.
La mujer se dedicaba a cuidar a tiempo completo a su hijo, quien llegaba a presentar crisis ruidosas que causaban molestia a los vecinos. La mala relación escaló a denuncias ante las autoridades entre ambas partes.
El fiscal general de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, aseguró que las evidencias presentadas este martes no adelantan conclusiones sobre la muerte de la mujer.
“Toda esta información no tiene ninguna otra finalidad más que arribar a la verdad de los hechos. La intención jamás es ni victimizar, ni revictimizar ni mucho menos criminalizar a alguien, ni a Luz Raquel, y obviamente también la persona que está detenida tiene derechos”, dijo. “Es una investigación abierta”, puntualizó.
Sin embargo, el funcionario tampoco reveló cuál es el posible móvil del incidente.
Los conflictos y los incidentes de mayo
Los conflictos llevaron a una relación particularmente complicada entre Padilla y su vecino Sergio Ismael. Los padres de este, quienes vivían en el mismo departamento, ya habían presentado dos denuncias en contra de la mujer.
Pero el 5 de mayo ocurrió un altercado entre ambas partes que fue denunciado por Padilla ante la fiscalía como amenazas por parte de Sergio Ismael.
El día 8, según los avances de la investigación presentados este martes, Padilla movió una cámara de seguridad que había colocado su vecino en la entrada de su departamento.
Luego de esto, aparecieron amenazas de muerte pintadas en las paredes del edificio. Padilla había denunciado que esos mensajes estaban dirigidos en su contra.
El fiscal indicó que fue el 9 de mayo, un día después del movimiento de la cámara, que los agentes de la fiscalía documentaron las pintadas. “Pero no es determinante ni con esto se pretende criminalizar ni culpar a nadie”, aseveró el fiscal.
El funcionario no especificó si está determinado pericialmente que la fecha en el video es auténtica. La cámara fue instalada por Sergio Ismael y los videos fueron proporcionados por su familia.