Estados Unidos ha lanzado ataques aéreos la madrugada de este viernes en Siria en respuesta a un ataque que atribuye a un dron iraní que ha provocado la muerte de un contratista estadounidense, según ha comunicado el Pentágono. No es la primera vez que Estados Unidos lanza una operación militar contra supuestos milicianos proiraníes en Siria bajo la presidencia de Joe Biden. De hecho, la primera operación militar de su mandato, en febrero de 2021, fue también la respuesta a un supuesto lanzamiento de cohetes iraníes en la región. En junio de ese año y en agosto de 2022 también hubo ataques aéreos estadounidenses por el mismo motivo,
“Siguiendo instrucciones del presidente Biden, he autorizado a las fuerzas del Mando Central de Estados Unidos a realizar ataques aéreos de precisión esta noche en el este de Siria contra instalaciones utilizadas por grupos afiliados al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (IRGC)”, ha declarado el secretario de Defensa, Lloyd Austin, a través de un comunicado.
Según el Pentágono, un contratista estadounidense ha muerto y cinco militares estadounidenses y otro contratista han resultado heridos después de que un vehículo aéreo no tripulado de un solo uso impactara contra una instalación de mantenimiento de una base cerca de Hasakah, en el noreste de Siria, aproximadamente a las 13:38 hora local. “La comunidad de inteligencia evalúa que el vehículo aéreo no tripulado es de origen iraní”, afirma el Departamento de Defensa.
Washington ha realizado su operación en respuesta al golpe de ese dron iraní. “Los ataques aéreos se llevaron a cabo en respuesta al ataque de hoy, así como una serie de recientes ataques contra las fuerzas de la Coalición en Siria por grupos afiliados a la IRGC”, ha añadido Austin.
El Pentágono asegura que esos ataques de precisión tienen por objeto proteger y defender al personal estadounidense. Estados Unidos califica sus medidas de “proporcionadas y deliberadas destinadas a limitar el riesgo de escalada y minimizar las bajas”.
“Como ha dejado claro el presidente Biden, tomaremos todas las medidas necesarias para defender a nuestro pueblo y responderemos siempre en el momento y lugar que elijamos”, ha declarado el secretario Austin. “Ningún grupo atacará impunemente a nuestras tropas”. “Nuestros pensamientos están con la familia y los compañeros del contratista que resultó muerto y con los que resultaron heridos en el ataque de hoy”, ha añadido.
Dos de los miembros del ejército heridos fueron tratados en el lugar, mientras que otros tres y el contratista estadounidense fueron evacuados por razones médicas a instalaciones médicas de la Coalición en Irak.
Estados Unidos aún mantiene cerca de un millar de soldados y numerosos empleados no militares en Siria para tratar de prevenir un resurgimiento del Estado Islámico. Sufren frecuentes ataques por parte de milicias con lazos con el régimen iraní. Washington considera a Irán la principal amenaza para la seguridad en la región.
Irán es, además, uno de los pocos aliados de Rusia. Le ha facilitado drones con los que Moscú ha ordenado ataques sobre Ucrania que han golpeado objetivos militares e infraestructuras civiles. Irán ha negado ser responsable de estos ataques, aunque países occidentales y expertos han vinculado componentes de los drones a Teherán.
La guerra de Siria comenzó con las protestas de la Primavera Árabe de 2011, que sacudieron Oriente Próximo y derrocaron gobiernos en Egipto, Libia, Túnez y Yemen. Más tarde se transformó en un conflicto regional por poderes en el que Rusia e Irán han respaldado a Bachar el Asad. Naciones Unidas calcula que más de 300.000 civiles han muerto en la guerra. Estas cifras no incluyen a los soldados e insurgentes muertos en el conflicto, cuyo número se estima en decenas de miles.