Diversos especialistas recomienda que un adulto sano debe de dormir un promedio de 7 a 9 horas diarias para poder llevar a cabo su vida con normalidad y tener el descanso suficiente, el cual le permita realizar sus actividades cotidianas sin mayor problema.
El sueño es rejuvenecedor, restaurativo y esencial, aseguran. Sin embargo, existen personas que sobrepasan estas horas y eso puede ser un síntoma de alguna afección de salud.
“Dormir demasiado puede tener algunos efectos secundarios no deseados, por no mencionar contradictorios, como la somnolencia diurna”, explicó Aarthi Ram, neuróloga especializada en medicina del sueño del Hospital Houston Methodist, a través de un comunicado.
A causa de eso, las personas pueden sentirse cansadas durante el día. Esto sucede porque cuando se cambia el patrón de sueño se altera el ritmo cardiaco, considerado como el reloj interno del cuerpo. Lo anterior ocasionará que la gente se sienta fatigada o con poca energía.