En noviembre de 2021, el entonces subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, reconoció la existencia del Cártel San Juan Chamula (CSJC), conformado en su mayoría por indígenas.
Lo hizo refiriéndose a la ejecución del fiscal de Justicia Indígena, Gregorio Pérez Gómez, asesinado de seis balazos, pues uno de sus victimarios pertenecía a dicha organización criminal.
Más de una década atrás, los Zetas eran el grupo dominante en la región de los Altos. Controlaban el tráfico de droga, la tala de manera y el tráfico de personas y armas. Incluso llegaron a desplegar células criminales en municipios chiapanecos estratégicos.
Bajo su poderío llegaron a estar las poblaciones Comitán, San Andrés Larráinzar, Chenalhó, San Juan Chamula y San Cristóbal de las Casas.
Sin embargo, tras el declive de los Zetas en San Juan Chamula, surgió el cártel que lleva el nombre de la región. Sus integrantes replicaron la logística criminal de los Zetas y arpendieron a usarla en su propio provecho.
Tomaron el control de la trata de personas, del tráfico de migrantes, armas, combustible, drogas, cobro de piso y de la denominada etnopornografía (pornografía con mujeres indígenas).
El Cártel de Chamula, surgido en la región tsotsil, extendió sus tentáculos por todos los municipios que desembocan en el Golfo de México, a donde llega toda la mercanía ilícita. Su líder es conocido solamente con el sobrenombre de “El Caracol”.
Con la irrupción del CSJC en San Cristóbal de las Casas, pasó a convertirse en la segunda ciudad turística con mayor narcomenudeo después de Cancún.
Al mismo tiempo surgieron “Los Motonetos”, grupo criminal que presuntamente recluta, en gran medida, a las comunidades indígenas, y que son llamados así porque sus integrantes se desplazan en motocicletas y motonetas.
Este grupo criminal es utilizado también como grupo de choque por agrupaciones políticas y particulares para generar conflictos o presionar al gobierno para que libere algún detenido, así como brindar impunidad a quienes se vean involucrados en accidentes de tránsito, de acuerdo con el testimonio de las víctimas.
En septiembre de 2021 fueron acusados de la muerte de una niña de seis años, y en diciembre del mismo año fueron acusados de atacar la comandancia de la policía de San Cristóbal de las Casas.
En el marco de este clima de violencia la tarde del lunes 17 de abril fue asesinado el líder de artesanos Jerónimo Ruiz. Dos hombres a bordo de una motoneta lo acribillaron en las cercanías del templo de Santo Domingo.
En consecuencia se registró una balacera en las calles de San Cristóbal, presuntamente porque los miembros del grupo liderado por Ruiz comenzaron a buscar a los asesinos, disparándo al aire.
En su cuenta de Twitter, la diputada Patricia Armendáriz compartió una breve grabación en la que se pudo ver a alguna personas portando armas largas y con tapabocas, también se escucharon disparos, uno de los involucrados llevaba un chaleco tipo militar.
“Nunca creí presenciar escenas cómo estás en San Cristobal de las Casas. ¿De verdad es imposible terminar con esto?”, escribió la diputada en su cuenta de Twitter.
El pasado 9 de abril circuló un video en el que apreció un supuesto grupo de autodefensas, quienes se posicionaron en contra de la llegada de cárteles en la región y en dicha ocasión se refirieron al grupo Los Motonetos.
“Este mensaje va dirigido para todos aquellos que quieran entrar a San Cristóbal a destruir la paz y querer formar alguna plaza, les decimos que San Cristóbal, Chamula y Betania son libres […] No queremos ningún cártel porque nosotros no somos ningún cártel, bastante tenemos con los p*nches Motonetos, ya estamos vigilando”, dijeron en dicha ocasión.