La intención del presidente López Obrador por crear una nueva línea aérea continúa tomando forma. Aunque ya había esbozado la idea anteriormente, el mandatario reiteró que, de ponerse en marcha el proyecto, el avión presidencial pasará a formar parte de este. Además, aseguró que ya se encuentran en pláticas con Mexicana de Aviación para que el gobierno pueda adquirir la marca.
Hasta ahora lo que se sabe de la nueva empresa es que incluiría una flota de 10 aeronaves comerciales, las cuales no serían compradas sino arrendadas, según explicó el mandatario hace algunas semanas. A su vez, la administración de esta aerolínea quedaría a cargo de la empresa militar Olmeca Maya Mexica, que también está a cargo del AIFA y en su momento, lo estará del Tren Maya.
De acuerdo con lo expuesto, transporte presidencial dejó de estar a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), con quien el gobierno mexicano mantenía un contrato para que se hiciera cargo de su venta. No obstante, el mandatario aseguró que el vínculo terminó, en común acuerdo, debido a la dificultad por traspasar una aeronave tan opulenta.
“El asunto es que se trata de una avión tan tan lujoso que les daba pena a los posibles compradores y además, no se puede reconvertir porque fue hecho a la medida. Entonces no se puede convertir en avión de pasajeros. Es para 240 pasajeros en situación normal, pero tiene 80 (capacidad) porque son sillones butaques, muy cómodos. Tiene sala de junta, tiene alcoba y tiene un material especial que no permite que vuelva a ser de pasajeros ni utilizar los 240 lugares”,detalló López Obrador este 11 de noviembre.
El vehículo en cuestión se trata de un Boeing 787-8s de la serie Dreamliner que fue adquirido hace una década, entregado en 2016 y utilizado por el entonces mandatario Enrique Peña Nieto. Una de las polémicas más recordadas de su sexenio ante el alto costo de su operación (aunque en la compra también tuvo que ver su predecesor Felipe Calderón). Durante su servicio de Estado, el avión registró 214 vuelos en dos años y 10 meses.
“El otro problema grave es que no se puede venir de México a Mérida, o sea sí se puede, pero no se debe porque es un avión trasatlántico. Un avión que tiene que volar para ser eficiente mínimo cinco horas, así está establecido. Y pues se hace hora y media, dos horas, de Mérida a la Ciudad de México. Es para ir a Europa sin recarga de combustible, esta hecho para eso”, agregó AMLO.
El contrato con la UNOPS implicaba cierta condiciones para la venta de la aeronave por lo que ahora, ya sin el vínculo legal, estos podrían ser más flexibles para los interesados en la adquisición. Aunque sin malbaratar el bien público, sostuvo el mandatario, pues hay quien lo quiere, pero “están queriendo pagar menos y no podemos vender el avión por debajo del avalúo”.
Es así que el vehículo será entregado a la futura nueva Mexicana de Aviación para viajes comerciales yser rentado de manera personal por parte de terceros. De continuar adelante con el proyecto, la aerolínea podría convertirse en una realidad para el siguiente año, aunque como lo han dicho las autoridades, todavía se encuentra en análisis.