El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a la Iglesia católica luego de que obispos de México y la comunidad jesuita le pidieran cambiar la estrategia de seguridad y su plan de “abrazos, no balazos”; además cuestionó la actitud que tuvieron durante el gobierno de Felipe Calderón.
“Y esas expresiones de que ya no nos alcanzan los abrazos, ¿qué quieren los sacerdotes, que resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron con Calderón? ¿Por qué callaron con las masacres?”, cuestionó.
Durante la misa de despedida de los sacerdotes jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, el líder de la comunidad jesuita en Cerocahui, en Chihuhua, dijo que “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos” y le pidieron revisar su proyecto de seguridad pública.
A este llamado se sumaron rectores y directores del Sistema Universitario Jesuita, quienes advirtieron que hay un Estado fallido. Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió a las autoridades escuchar a las víctimas de la violencia y a los expertos para corregir políticas de seguridad.
Durante su conferencia de prensa, López Obrador destacó que el papa Francisco ha sido el único integrante de la Iglesia “prudente” que ha entendido el contexto de violencia que se vive en el país.
¿Por qué no actuaron (los sacerdotes) cuando Calderón de esa manera, ¿por qué callaron cuando se ordenaron las masacres cuando se puso en práctica el mátalos en caliente? ¿Por qué esa hipocresía? Eso no se debe permitir a nadie y mucho menos a un religioso, sea pastor de una iglesia evangélica o sacerdote”, señaló.
Sin embargo, el presidente no mencionó que durante el sexenio de Felipe Calderón la sociedad salió en varias ocasiones a las calles a exigir un alto a la violencia, la Iglesia también se pronunció y se conformó el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabeza por el poeta Javier Sicilia y a la que se unió el padre Alejandro Solalinde.