Este sábado, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó los trabajos de restauración de la Catedral de San Cristóbal de las Casas, el Templo y exconvento de Santo Domingo de Guzmán, los cuales fueron afectados por los sismos de septiembre de 2017.
Al encabezar la ceremonia de entrega de los inmuebles afectados, el jefe del Ejecutivo federal manifestó que con esto todos los fieles católicos “ya van a poder venir a misa y celebrar en la histórica Catedral de San Cristóbal”.
“Estoy muy contento de estar aquí en Santo Domingo, en este templo histórico y venir a constatar que ya se va a abrir la catedral y también este templo histórico, y que estamos todos satisfechos.
“Y le agradecemos mucho al señor obispo de San Cristóbal por su comprensión y por su apoyo. Y a todos los fieles católicos, que ya van a poder venir a misa y celebrar en la histórica Catedral de San Cristóbal”, dijó.
Acompañado por el gobernador Rutilio Escandan, obispo de la Arquidiócesis de San Cristóbal de las Casas, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, así como por el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, entre otros funcionarios, el Mandatario federal leyó la carta que le entregó al papa Francisco en octubre, en un viaje que hizo a Roma, y en donde también le entregó una medalla de fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indigenas en Chiapas.
“Hace algún tiempo, en el 2015, todavía no era candidato por tercera vez a la Presidencia, estuve en Roma y en un encuentro colectivo, no era una audiencia privada, sino en una celebración del papa Francisco, tuve la oportunidad de hablar con él, el 14 de octubre del 2015, y le entregué una medalla de fray Bartolomé de las Casas. Él pensó que quería yo que la bendijera y le digo: No, es para usted, y se la guardó.
La carta que le entregó el ahora presidente López Obrador al religioso dice:
‘Estimado papa Francisco: ‘Vine a entregarle una medalla de fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indios, en el inicio de la dominación colonial en México. Le dejo mi modesto presente y esta breve carta, cuyo propósito principal es transmitir mi más sincero reconocimiento a su labor, no sólo como representante de la Iglesia católica, sino como un papa misionero, de verdad cristiano.
‘Puede decirse que todos los papas han sido cristianos y consecuentes, pero eso, como se sabe, no ha sido cierto ni tendría por qué serlo necesariamente. A diferencia de Dios, somos seres humanos con errores y aciertos. Por ejemplo, hubo un papa que se atrevió a bendecir y reconocer al dictador que ordenó asesinar al presidente Francisco I. Madero, nuestro Apóstol de la Democracia. Pero eso, desde luego, no es usted. De ahí mi profunda admiración a su persona y a su liderazgo.
‘Por lo mismo, celebro su decisión de visitar nuestro país el año próximo. Su presencia en estos tiempos aciagos será de gran aliento para nuestro pueblo. Su mensaje espiritual ayudará a que no se pierda la fe en la justicia y a mantener encendida la llama de la esperanza.