Desplazarse para salvar su vida es la realidad que aqueja a miles de chiapanecos y chiapanecas por la presencia del crimen organizado en sus lugares de origen.
De acuerdo al centro de Derechos Humanos, Fray Bartolomé de Las Casas, desde el año 2010 al 2021, se registraron aproximadamente 14 mil 476 mil personas desplazadas en el estado de Chiapas; en la región de Los Altos se ha agudizado el fenómeno a causa de la actuación de grupos armados ilegales, específicamente en los municipios de Chalchihuitán, Chenalhó y Aldama; algunos de estos, presuntamente vinculados al crimen organizado como en el caso de los municipios de San Andrés Duraznal y Pantelhó.
Este centro asegura que la violencia generalizada que se ha desatado en el país en la última década ha obligado a que miles de personas tengan que abandonar sus hogares, ya sea porque han sido víctimas de un delito o porque han sufrido hostigamiento y amenazas por actores armados vinculados al crimen organizado.
«Hay personas desplazadas también por el conflicto entre Aldama y Santa Martha, por conflicto de Chenalhó con Chalchuhuitán y esos son los que más escuchamos, pero ha de haber muchos más, el estado incumple ante Naciones Unidas de tener un registro, por eso, los daos que se tienen no son oficiales y son del Centro de Derechos Frayba», explicó Diego Cadenas, defensor de Derechos Humanos.
Crimen organizado gana terrero
El crimen organizado en Chiapas ha ganado terreno y sus bases se han llegado a conformar por migrantes centroamericanos quienes no siempre llegan a formar parte de bandas delictivas por gusto, pero la crisis migratoria los orilla a ello.
Carlos Méndez, auditor certificado en prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, indicó que la presencia del crimen en la entidad se debe a su ubicación geográfica y a la movilidad de drogas, armas e incluso, tráfico de personas.
“Migración forzada proveniente de triángulo norte que forman países de Centroamérica donde se terminan importando técnicas delictivas como extorsión, piratería y diversos cárteles que terminan peleando territorios para controlarlos”. Carlos Méndez.