La inflación en México continúa acelerándose y en junio de este año trepó a 7.99 por ciento a tasa anual, su mayor nivel desde enero del 2001, debido sobre todo al alza en el precio de los alimentos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento de 0.84 por ciento en junio respecto al mes previo, superando así la expectativa de 0.82 por ciento de los analistas.
Los productos con mayores precios al alza en junio fueron papa y otros tubérculos, pollo, loncherías, fondas, torterías y taquerías, naranja y electricidad; mientras que los de mayores bajas fueron gas doméstico LP, limón, chile serrano, cebolla y uva.
El organismo detalló que la inflación subyacente, que marca de manera más clara la tendencia del indicador pues elimina los productos más volátiles, registró un crecimiento de 0.77 por ciento en junio y de 7.49 por ciento a tasa anual.
En tanto, el índice no subyacente, que contempla el precio de los energéticos y agropecuarios, continuó acelerándose e incrementó 1.07 por ciento mensual y 9.47 por ciento a tasa anual.
Así, la inflación anual se aceleró de 7.65 por ciento en mayo a 7.99 por ciento en junio, por arriba del 7.96 por ciento esperado por el mercado y con ello rebasó por 16 meses el rango objetivo del Banco de México (Banxico), de 3.0 por ciento, más/ menos un punto porcentual.
Al respecto, el economista en jefe y director de Estudios Económicos de Citibanamex, Adrián de la Garza, estimó que el pico de la inflación en México será entre agosto y septiembre de este año, pero se mantendrá por arriba de 7.0 por ciento hasta el primer trimestre del 2023.