De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), México tiene cinco regiones en constante actividad sísmica. Sin embargo, los estados Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima y Jalisco son los que concentran mayor sismicidad en el país, debido a las placas oceánicas de Cocos y Rivera. Mientras que los estados de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Edo. de México son afectados por las placas tectónicas del Caribe y Norteamérica, que también se encuentran en constante movimiento sísmico.
Por esta razón, existen varias instituciones regionales en todo México para estudiar la actividad sísmica de ciertas zonas, como la falla de San Andrés que se ubica en el Golfo de California, al igual que la actividad sísmica de la costa del Pacífico, siendo uno de las zonas con el mayor registro de temblores.