Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer es común que muchas personas se pregunten si se debe felicitar a las mujeres el 8M. En realidad, no es un día para celebrar, se trata de una fecha para conmemorar y reconocer la lucha de las mujeres por la igualdad y sus derechos; además de visibilizar uno de los principales objetivos del movimiento feminista: frenar la violencia machista y exigir justicia por los feminicidios ocurridos.
Es fundamental recordar que el Día Internacional de la Mujer no se trata de una celebración que merezca felicitaciones o regalos, sino de una conmemoración que busca dar fuerza a la voz de la mujer en aquellos ámbitos donde todavía no se reconoce su valor e importancia.
Cada año, el 8 de marzo es una oportunidad para reflexionar sobre los logros y desafíos que enfrenta el movimiento feminista en su lucha por la igualdad de género en todo el mundo. Es una ocasión para visibilizar las desigualdades que aún persisten en la sociedad y para reafirmar nuestro compromiso con la eliminación de la discriminación y la violencia contra las mujeres.
¿Qué significa el 8M?
8M hace referencia a la fecha 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. La ONU explicó que esta fecha es un hito importante que permite poner al centro del debate público los avances alcanzados por el movimiento feminista y las mujeres en general.
Asimismo, agrego que, el 8M es un momento de reconocimiento hacia los movimientos y organizaciones feministas, así como hacia las mujeres que han sido el motor principal del camino hacia la igualdad de género. A pesar de las dificultades, han logrado avances significativos que merecen ser celebrados, pero también hay que recordar que aún queda mucho por hacer.
“El foco de este y de todos los 8M debe estar en empoderar a las mujeres que luchan por sus derechos y los de sus comunidades”
La historia detrás del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer
El 8M de 1908, un trágico incendio en la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, cobró la vida de 146 mujeres que se encontraban en huelga pacífica para exigir una reducción de la jornada laboral, un salario justo y mejores condiciones de trabajo. Esta tragedia marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de las mujeres en el ámbito laboral.
En 1910, durante la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, se decidió proclamar oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en honor a las mujeres que perdieron la vida en el incendio de Cotton. El tema central de la conferencia fue la lucha por el voto libre y efectivo para todas las mujeres.
A partir de ese momento, el 8 de marzo se convirtió en una fecha emblemática para el movimiento feminista y las luchas por la igualdad de género en todo el mundo.