El tercer hombre más rico de México, Ricardo Salinas Pliego, ha dado su visto bueno a la oleada de despidos en Twitter, movimiento generado tras la llegada de Elon Musk a la red social. Dueño del fabricante de automóviles Tesla y los cohetes espaciales Space X, el magnate sudafricano compró Twitter recientemente, inversión que da que hablar todos los días, esta semana, por la salida de trabajadores. Musk planea despedir a la mitad de su plantilla: 3.700 de 7.500 empleados.
En un mensaje publicado precisamente en su cuenta de Twitter, el púlpito desde el que cada día reparte regaños y bromas, piropos e insultos, Salinas Pliego ha alabado el plan de Musk. “Negocios son negocios. Buen inicio, lo aplaudo… Un negocio tiene que ser negocio primero, para poder dar empleos”, ha dicho el empresario, defensor de la versión más purista del libre mercado.
Salinas Pliego es dueño del grupo Azteca, fundado en realidad por su abuelo, que controla las tiendas departamentales Elektra, el Banco Azteca o Televisión Azteca, la segunda cadena más vista del país. La revista Forbes, que realiza una lista anual de los hombres más ricos del planeta, calcula su fortuna en 12.500 millones de dólares. El empresario es un habitual de la polémica en redes sociales. En nochebuena del año pasado, sus tuits se atragantaron en la sobremesa navideña. Salinas escribió: “La desigualdad no solo es inevitable, sino que es necesaria para el progreso de la sociedad”.
Los despidos en Twitter ya han afectado a México. Esta semana, varios trabajadores de la compañía anunciaban su salida en mensajes publicados en la red social. Según uno de ellos, los despedidos en el país son unos 50. Los mensajes de apoyo florecieron en el timeline de Twitter, a la espera de nuevas noticias sobre el futuro de la compañía, a la que Musk acusa de ser deficitaria.
En sus mensajes, Salinas ha propuesto un rumbo a Musk. “Ahora que vayan por las granjas de bots y ‘tropas’, que son mercenarios al servicio de políticos y empresas que pagan por golpear y manchar reputaciones!!!”, ha escrito el empresario.